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GINEBRA – Con el descenso de las temperaturas en muchas regiones, millones de refugiados y personas desplazadas dentro de sus propios países se enfrentan a un invierno crudo con mucha menos ayuda, debido a la drástica reducción de la asistencia humanitaria. Muchos se quedarán con escasos recursos para protegerse del frío intenso, advierte hoy ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
«Los presupuestos humanitarios están al límite y la ayuda invernal que ofrecemos será mucho menor este año», declaró Dominique Hyde, Directora de Relaciones Externas de ACNUR, quien acaba de regresar de Siria y Jordania. «Las familias tendrán que soportar temperaturas gélidas sin cosas que muchos damos por sentadas: un techo digno, aislamiento, calefacción, mantas, ropa de abrigo o medicamentos».
ACNUR lanza hoy su campaña mundial de recaudación de fondos para el invierno con el fin de ayudar a las familias desplazadas por la fuerza y a las personas retornadas en varias zonas gravemente afectadas a cubrir sus necesidades urgentes en los próximos meses. Este es uno de los momentos más importantes de la campaña de recaudación de fondos de la agencia.
Este año, con los gobiernos recortando la ayuda a socios como ACNUR, es más importante que nunca que las personas y los donantes privados intensifiquen sus esfuerzos para salvar vidas ante la llegada del frío. ACNUR planea recaudar al menos 35 millones de dólares para ayudar a reparar viviendas bombardeadas, aislar casas, proporcionar abrigo y mantas a niños y ancianos, y fondos para comprar medicamentos y alimentos calientes.
En Oriente Medio, la situación sigue siendo extremadamente frágil; sin embargo, más de un millón de sirios han podido regresar a su país desde la caída del régimen de Assad, muchos de ellos a casas destruidas por años de guerra y combates. Las familias más vulnerables se enfrentan al frío sin nada que las proteja; los recortes de financiación amenazan con dejar a 750.000 personas sin apoyo vital durante la temporada, incluyendo mantas, colchones, utensilios de cocina, lámparas solares y ropa de invierno.
«Las familias que conocí en Jordania mantienen la esperanza de regresar, pero se sienten abrumadas por el inmenso desafío de la reconstrucción», añadió Hyde. «Con un crudo invierno a la vuelta de la esquina, la mayoría lucha por superar los obstáculos prácticamente sin nada».
En Afganistán, las temperaturas bajo cero ya están dejando a muchas familias en una situación de extrema vulnerabilidad. Nueve de cada diez afganos viven en la pobreza incluso después del fin de más de cuatro décadas de conflicto, mientras el país aún enfrenta una crisis económica, un desempleo creciente y servicios públicos y sistemas de asistencia social al límite.
Más de 2,2 millones de afganos han regresado este año de Pakistán e Irán en condiciones extremadamente difíciles: vuelven con las manos vacías y con pocas perspectivas de futuro. Algunos jamás habían pisado Afganistán. Dos devastadores terremotos en los últimos meses han dejado a las familias aún más expuestas a las inclemencias del tiempo.
Este será el cuarto invierno de guerra a gran escala para millones de personas en Ucrania, incluyendo desplazados internos. Las necesidades humanitarias siguen aumentando a medida que la intensificación de los ataques cobra vidas civiles y destruye infraestructura, agravando aún más los cortes de gas, electricidad y agua. Las temperaturas corren el riesgo de descender hasta los -20 °C, y las familias, ya devastadas por años de violencia y destrucción, se enfrentan a una temporada especialmente dura.
«A medida que las temperaturas se desploman en el hemisferio norte, también lo hace la financiación humanitaria», añadió Hyde. «Las familias desplazadas no deberían tener que afrontar el invierno solas. Nuestros equipos están sobre el terreno, decididos a proteger a los refugiados del frío, pero nos estamos quedando sin tiempo ni recursos. Necesitamos más financiación para ayudar a que la vida de muchas personas sea un poco más llevadera».
En Afganistán, con 30 dólares se puede comprar un bukhary, un dispositivo de calefacción tradicional para mantener caliente a una familia durante el invierno.
Con 53 dólares se ayuda a un refugiado a acceder a atención médica en Jordania.
Con 80 dólares se puede proporcionar un kit térmico de emergencia para ayudar a las personas en Ucrania a mantenerse calientes en sus hogares.
Con 95 dólares se puede proporcionar ropa de invierno a un niño refugiado en Moldavia.
Con 120 dólares se puede proporcionar un kit de refugio a una familia de refugiados en el Líbano para reparar su vivienda antes del invierno.
Con 181 dólares se puede proporcionar un kit de invierno a una familia en Siria.
Página de donaciones disponible aquí.
Para emisoras, medios de comunicación y otros profesionales de los medios, aquí encontrarán material de archivo y fotografías:
Campaña de invierno de Afganistán 2025/26
Campaña de invierno de Siria 2025/26
Campaña de invierno de Ucrania 2025/26
Este comunicado de prensa está disponible aquí.
Para obtener más información sobre este tema, póngase en contacto con:
En Damasco: Celine Schmitt, schmittc@unhcr.org , +963 (0) 989 050 400;
en Kabul: Charlie Goodlake, goodlake@unhcr.org , +44 7810 260093;
en Kiev: Elisabeth Arnsdorf Haslund, haslund@unhcr.org , +380 95 239 0072
; en Ginebra: Matthew Saltmarsh, saltmars@unhcr.org , +41 79 967 99 36.