Comunicado de prensa: la crisis alimentaria es fruto de causas estructurales -- Coordinadora ONGD-España

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Se multiplican las protestas violentas por el aumento de precios de los alimentos básicos en los países más desfavorecidos
La crisis alimentaria es fruto de causas estructurales.
En vísperas de la reunión del Equipo de Tareas de Naciones Unidas, la Coordinadora insta al Gobierno español a tomar medidas para contribuir a paliar la crisis.

(Madrid, 9 de mayo de 2008).- En las últimas semanas se han disparado las alertas sobre la crisis alimentaria mundial que afecta ya a las poblaciones más vulnerables del planeta, donde la subsistencia depende mayoritariamente de grano básico como el arroz, el trigo o el maíz. La Coordinadora de ONGD-España denuncia que no se trata de una crisis coyuntural sino fruto de una serie de causas estructurales complejas, profundas e interrelacionadas del modelo de desarrollo actual, tales como:

? Las políticas agrarias internacionales: la liberalización de la agricultura convirtió a países exportadores en importadores, reduciendo sus tasas arancelarias con el consiguiente abuso del dumping y de los subsidios a la exportación; reformas de políticas agrarias injustas en EEUU y UE, donde grandes perceptores se lucran, se distorsionan mercados locales y miles de explotaciones familiares tienen que cerrar; falta de políticas agrarias que promuevan el campo en los países más desfavorecidos y regulen sus precios; cambio del modelo de producción familiar por monocultivos comerciales de grandes transnacionales que compran terrenos a bajo coste a los pequeños/as agricultores/as.; crecimiento de demanda en países emergentes como China e India.

? El aumento del precio del petróleo que ha disparado costes de insumos agrarios como los fertilizantes.

? El auge de los cultivos para la producción de agrocombustibles, como palma, colza, caña de azúcar o maíz, que aumenta la demanda sobre granos básicos de consumo humano y que compiten por los recursos productivos agrícolas como la tierra, el agua o los fertilizantes, necesarios para producir alimentos.

? El papel de los especuladores que, en plena crisis de productos financieros tradicionales, están inflando artificialmente los precios de las materias primas.

? Otros factores como los medioambientales que dejan cada año a miles de comunidades sin acceso a alimentación base (basta ver el reciente desastre de Myanmar).

Las consecuencias de esta situación tan sólo están empezando a dejarse notar. La subida de precios de los alimentos afecta principalmente a la población más pobre que dedica un alto porcentaje de sus ingresos a la compra de alimentos básicos Y no sólo se trata de hambre. Ya han muerto decenas de personas en las protestas por la subida de los precios, replicadas ya en más de una treintena de países. Los movimientos de desplazamiento humano en busca de comida podrían intensificarse y, en algunos países, los ejércitos están ya preparados ante la posibilidad de saqueos. No en vano, según Naciones Unidas, más de 800 millones de personas están gravemente subalimentadas en el mundo como consecuencia del actual e insostenible modelo de desarrollo.

Paradójicamente, hay comida suficiente para alimentar sin problema a toda la población y es necesario un ejercicio de responsabilidad internacional para hacer frente a esta crisis. Es necesaria más ayuda alimentaria; la revisión de la política de biocombustibles así como apoyar a los países afectados, impulsando, entre otras medidas, la inversión agrícola orientada a pequeños productores y siempre con el fin de satisfacer el derecho humano a la alimentación.
A dos meses de la próxima cumbre del G-8, con dos de los grandes protagonistas -China e India como invitados-, es fundamental que los países donantes asuman compromisos concretos y pongan en marcha acciones decididas en favor de los sistemas agrarios nacionales.

En ese sentido, el gobierno español y la UE tienen una excelente oportunidad en el proceso de negociación de los Acuerdos de Asociación Económica (EPA, por sus siglas en inglés) que se desarrolla este año con los países de África, Caribe y Pacífico y donde sería necesario un giro hacia la mayor protección y promoción de la agricultura local en lugar de profundizar en una liberalización demostradamente perjudicial para las comunidades más desprotegidas. El próximo mes de junio se celebra en Roma una reunión de Jefes de Estado y Gobierno sobre Seguridad Alimentaria Global y Cambio Climático y, precisamente, paliar la actual crisis debe estar entre las prioridades de su agenda. La próxima semana el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, liderará un Equipo de Tareas para coordinar los esfuerzos del sistema de Naciones Unidas por afrontar la crisis derivada del alto precio de los alimentos.

Como representante de más de 400 organizaciones de desarrollo de nuestro país, la Coordinadora de ONGD-España entiende que es necesaria una ayuda urgente y eficaz por parte de la comunidad internacional para afrontar esta crisis, así como impulsar la profunda revisión de las políticas agrarias nacionales, inyectando una urgente inversión agrícola como paso imprescindible para revertir el déficit alimentario de los países más empobrecidos.

MÁS INFORMACI?N Y ENTREVISTAS
Laura Chinchetru, Responsable de Comunicación de la Coordinadora de ONGD-España
Tels: 915213843 / 695940370 Correo electrónico: comunicacion@congde.org