Clausurado V Foro en Perú: Demandan una iglesia inclusiva para tratar temas de sexualidad -- Susana Barrera

0
45

ALC

?En el tema de la sexualidad humana es importante que la Iglesia deje de ser la Iglesia institucional y se convierta en la Iglesia de Cristo; esta una decisión que se toma con la fuerza del Evangelio??, afirmó el reverendo David Limo, Director de la Organización Rosa Blanca, entidad que acompaña a personas viviendo con Virus de Inmune Deficiencia Humana (VIH) en Perú.

Las declaraciones del reverendo Limo, pastor anglicano, fueron vertidas durante un conversatorio sobre estima, discriminación e Iglesia, en el cual disertó junto a Gioconda Diéguez, Secretaria Técnica de Católicas por el Derecho a Decidir Capítulo Perú, en el recién concluido V Foro Latinoamericano de El Caribe sobre VIH/SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), celebrado aquí del 20 al 23 de noviembre.

Para Limo, las iglesias que no practican el estigma y la discriminación son aquellas que tienen capacidad de comprender la diversidad sexual, incluirla como una bondad y don de Dios, reconocer que ellos y ellas tienen derechos para vivir con plenitud y, por tanto, el acceso a todos los dones del Espíritu Santo, a los sagrados sacramentos y ministerios, ?esta es la verdadera iglesia inclusiva??, apuntó.

?En el tema del VIH/SIDA y otros relacionados a la sexualidad, la Iglesia debe bajar del púlpito para andar con el pueblo, y eso incluye un lenguaje humanizante que deje de ser de las esferas de los dioses, además, la agenda de las personas que viven con VIH debe ser la agenda de la Iglesia, y no al contrario??, afirmó Limo.

Mientras que Diéguez, activista de Católicas por el Derecho a Decidir, reiteró que se debe promover un estado laico donde todas las ideas sean respetadas. Dejó claro que, en el caso de la Iglesia Católica y el tema de la sexualidad, hay una separación entre la jerarquía y el resto de sus miembros.

Ambos activistas coincidieron en que, desde las iglesias, se deben tomar decisiones pronto contra el estigma y la discriminación; ?no son suficientes las declaraciones teológicas, la sexualidad en forma positiva debe ser motivo de prédicas los domingos??, dijeron.

En la clausura, la Red Inter-religiosa Latinoamericana y Caribeña sobre VIH/SIDA e ITS, lanzó una declaración en la que se compromete con una nueva agenda en torno a la pandemia, tratada desde la propia iglesia.

Dicha declaración abrió ?muchas puertas?? para el uso del condón, como método de prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS), cuando América Latina es la tercera región más afectada del Planeta, después de África y el Caribe. Se estima que 1,7 millones de personas conviven con el VIH.

El Reverendo Lisandro Orlov, de la Federación luterana y moderador de esta la Red Inter-religiosa dijo que: ?hay cantidad de puertas que se están abriendo para el uso del condón en las iglesias, aún en las más conservadoras??.
Por años diversas instituciones religiosas han visto en el condón o preservativo un instrumento limitador de la vida, han cuestionado su uso e, incluso, lo prohíben.

?Hay algunas iglesias donde el uso del condón nunca fue un problema y otras que están haciendo relectura de sus posiciones?? comentó Orlov al hacer alusión de algunas expresiones católicas que ven el condón como neutro, en sí mismo, y positivo ?cuando se usa para prevenir??, acotó.

?No nos vamos a aparecer con un condón en la mano, pero vamos a ir más allá??; prometió el religioso.
La declaración leída por Orlov, en una de sus partes expresa que ?Hemos de contemplar, de manera creativa e integral, el tratamiento de la sexualidad, procurando contrarrestar los mitos que la desdibujan, y ofreciendo una información completa y sustentada.??

Por su parte, Luis Carlos Lunarde, de la Red Católica del Brasil frente al Virus de Inmune Deficiencia Humana (VIH) y su síndrome (SIDA), apeló a construir una nueva conciencia, y posturas y acciones de las iglesias encaminadas a fomentar una teología de la prevención.

La Red Inter-religiosa Latinoamericana y Caribeña sobre VIH y SIDA -Religiones por la Paz-, está conformada por varias redes como las metodistas, de religiones Afro-brasileras, católicas y luteranas, además de Visión Mundial y el Consejo Latinoamericano de Iglesias, entre otras expresiones de fe.

Dicha declaración fue catalogada por el reverendo Orlov de ?histórica y revolucionaria??; donde se plantea que la sexualidad es un asunto complejo y de derechos humanos, y eso no se discute, ante lo cual la nueva postura supone releer la realidad y lo que el mundo científico dice, y además las iglesias ?bajan del pulpito?? al reconocer que aprenden y refuerzan la fe con las personas que viven con el VIH.

Las conclusiones son un desafío para las expresiones de fe, al proponer acompañar a las personas portadoras, desde un amor inclusivo, con perspectiva de derechos, viviendo en permanente proceso de conversión y luchando contra el estigma y la discriminación.

Además, el documento final, de moderada extensión, señala que las religiones, hoy en día, aprenden de quienes viven con VIH, al redescubrir creencias que se traducen en acciones solidarias y efectivas, que implican animación a las organizaciones que tratan el tema, gobiernos y la sociedad civil.

Los religiosos reconocieron el aprecio respetuoso de las orientaciones e identidades sexuales, toda forma de diversidad, como que también los portadores son sujetos de vida.

El documento es un desafío para las religiones ya que propone elaborar programas educativos que guarden fidelidad con las respectivas creencias, cuenten con indicadores de impacto y dirigidos a diferentes edades, según la realidad, la cultura y la sociedad. Además expone el fortalecimiento de estrategias de incidencia en la generación e implementación de legislaciones y políticas públicas en los países con presencia de la Red. Sin embargo, no se detalló el modo y procedencia de los recursos para llevar a la práctica esta declaración, ni un plan inmediato para bajarlo a los líderes religiosos.

El V Foro Latinoamericano de El Caribe sobre VIH/SIDA e ITS concluyó aquí con una marcha de los asambleístas, en la cual demandaban acceso a la salud, medicamentos para personas con VIH y la no discriminación y estigma dentro de la sociedad.