Estimad@ amig@s,
Una cosa es ser un «gran teólogo» como unos consideran al Papa Benedicto; Otra ser Papa marcado como «Jefe de la Iglesia», de una iglesia que desde Constantino se ha convertida en un poder político-diplomático con todos sus vicios y intrigas.
Lo que pasó en estos días en Polonia, un país «profundamente católico», puede y debería conducir a una profunda reflexión, incluso a un conversación a las fuentes auténticos del cristianismo. Ni Wielgus hubiese sido nombrado arzobispo de Varsovia, ni Cipriani cardenal de Lima, si el pueblo por sus representantes de confianza tuviese voz y voto en el nombramiento de sus pastores como era el caso en los primeros siglos. «Quien ha de presidir a todos, ha de ser elegido por todos», dijo el Papa León Magno en el siglo V. Después de tantos errores, al actual Papa en poco tiempo, debería haberse sacado una lección. Franz Wieser
Rfi ? en español (09-01-079
El papa nombró el pasado 6 de diciembre a monseñor Stanislaw Wielgus arzobispo de Varsovia en remplazo de Jozef Glemp, quien había llegado a la edad de la jubilación obligatoria. Pero una comisión especial del episcopado polaco concluyó el mismo día que monseñor Wielgus, de 67 años, colaboró concientemente durante veinte años con la policía secreta del régimen comunista que gobernó Polonia hasta 1990. Wielgus fue reclutado por la policía en 1967 mientras estudiaba filosofía y llegó a seguir una ?formación especial para los agentes del espionaje??.
Durante los últimos meses se han producido críticas y polémicas al interior de la iglesia polaca a propósito de sus relaciones con el totalitarismo. Algunos historiadores calculan que 10% de los sacerdotes colaboraron de alguna manera. Durante su visita a Polonia, en mayo de 2006, Benedicto XVI pidió moderación, pero el nombramiento de Stanislaw Wielgus exacerbó las críticas y alentó las revelaciones. El obispo inicialmente negó las acusaciones, antes de reconocer su ?falta?? y someterse a la decisión del Vaticano, la misma que se hizo pública el domingo. La misa fue convertida en homenaje a Jozef Glemp, quien mantiene el cargo de Primado de Polonia. Durante la homilía, Glemp defendió al obispo renunciante afirmando que había sido ?condenado sin abogados, ni testigos, sobre la base de pedazos de papel y copias de copias??.
Glemp, de 77 años y nombrado por Juan Pablo II en 1981, afirmó que los servicios secretos funcionaban como una ?apisonadora omnipresente?? y aseguró que el Instituto Polaco de la Memoria Nacional ?no debe ser considerado como un oráculo??. Por su parte el portavoz del Vaticano Federico Lombardi denunció ?una venganza contra la iglesia polaca ejercida por sus antiguos perseguidores aliados con otros adversarios??. Lombardi negó que las críticas provengan de ?una búsqueda sincera de transparencia y de verdad?? y las definió como ?ataques contra la iglesia de Juan Pablo II??.
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Diario La República (09-01-07
Polonia: ?Caso Wielgus’ compromete al Papa Benedicto XVI y al Vaticano
ESCÁNDALO EN LAS ALTURAS ?? Sumo Pontífice expresó recientemente su «plena confianza» al arzobispo de Varsovia que renunció tras escándalo por su colaboración con la policía secreta de la Polonia comunista.
Ciudad del Vaticano. EFE.
La renuncia de Stanislaw Wielgus como arzobispo de Varsovia, por su colaboración con la policía secreta del antiguo régimen comunista polaco, ha puesto en evidencia al papa Benedicto XVI y al Vaticano, que en diciembre pasado habían expresado su «plena confianza» en el prelado.
El caso Wielgus ha creado desconcierto en la Santa Sede y en ambientes vaticanos no se explicaban hoy cómo ha sido posible que el Papa no fuera informado «al cien por cien» del pasado del prelado, al que nombró para la más importante diócesis de Polonia el pasado 6 de diciembre y que se vio obligado a dimitir ayer domingo, pocas horas antes de tomar posesión de la misma, en medio de un gran escándalo.