CARTA DE BENITO AL VICARIO GENERAL DE MÁLAGA AL PROHIBIR EL ENCIERRO EN SU PARROQUIA

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Somos Iglesia de Andalucía

cope5.jpgQuerido amigo: Ayer recibí tu comunicación telefónica de parte de D. Antonio. Explico mi posición brevemente en estos puntos.
1º) En la comunidad cristiana de mi parroquia surgió la idea de no hacernos cómplices con nuestro silencio de los mensajes de odio y autosuficiencia que se emiten desde medios de comunicación social que pueden llamarse con toda razón de la Conferencia Episcopal Española, pues ella es la propietaria de casi todas las acciones de la empresa.
2º) Para llevar a efecto alguna acción que tomara cierto relieve, se nombró una comisión, que, después de varias reuniones, decidió un encierro que podría ser en Santa Rosa, la Cruz de Humilladero o la Catedral, con diversas actividades, y una conferencia de prensa el día anterior en la Parroquia de Granja de Suárez.

Dentro de esta comisión, para evitar tergiversaciones de nuestro propósito, sólo se nombraron a tres portavoces válidos del grupo: Charo Rubio González, Adela Jiménez Villarejo y Elías Ruiz Cortés.

3º) Partimos de unos conceptos de teología muy básicos: La Iglesia es una convocatoria que nos hace Dios en la persona de Jesucristo. En ella, lo verdaderamente importante es la base, que forma el Cuerpo. Su organización no es esencial ni inmutable, ya que de hecho ha variado a través de los siglos. Tampoco es la mejor, puesto que contamos con nuestra condición de pecadores. Su actual organización piramidal, que según un lúcido estudio de Ratzinger (Primado y Episcopado, pgs. 137-164 de ?El nuevo pueblo de Dios??, en Herder) es revisable, sin quitar que quizás en ciertos momentos de la Iglesia haya sido conveniente.

4º) Igual que en el Antiguo Testamento fue
proverbial la voz asperísima de los profetas contra los guías espirituales de Israel; igual (y sobre todo) que en el Evangelio oímos de labios de Jesús durísimas palabras desenmascarando actitudes de los prebostes de su tiempo, en la historia de la Iglesia no han faltado nunca palabras de una dureza y claridad que aun hoy sonrojan a los timoratos, dirigidas a los jerarcas. La carta al Papa Enrique de S. Bernardo es la primera muestra que se me ocurre, pues me tocó traducirla del Latín Medieval.

5º) No es, por tanto, una actitud antieclesial, sino de amor a la Iglesia. Porque amamos a la Iglesia, damos públicamente nuestro mentís a unos pecados demasiado públicos. No caigamos en lo que dice Jesús: ?hacer monumentos a los profetas que asesinaron nuestros padres??, lo que traducido significaría hacer inquisiciones para las palabras vivas de hoy mientras damos culto a las palabras muertas de hace cuatro siglos, que ya pasaron por las mismas inquisiciones. Es una actitud que critica a obispos (no a todos, puesto que algunos se han manifestado ya contra la COPE). Tengamos en cuenta que la forma actual de ejercer los Servicios en la Iglesia, se presta a que no falten quienes hacen carrera eclesiástica. Y no es demasiado infrecuente.

6º) Tomo nota de lo que se me ha prohibido: abrir la Iglesia para tener en ella la conferencia de prensa. Yo pensaba hacerlo ahí o en el salón, pero no lo haré, en vistas de eso. Comprendo que el recinto parroquial es lugar para asamblea cristiana, sobre todo en orden a la palabra y a la celebración; por eso pienso que una acción como la de protestar del escándalo que suponen los mensajes de odio que transmiten unos medios de información llamados cristianos, cabría perfectamente en nuestros locales. No es tirar piedras contra nuestro tejado como se me ha dicho, sino querer despejar nuestro horizonte de nubarrones suicidas. Si esto se hace desde otras instancias no nuestras, damos pie una vez más a que hablen con razón los que afirman que en la Iglesia no se permite la autocrítica.

7º) ¿A qué se le llama ?pastoral de alejados??? ¿Pretende alguien que vuelvan (¿a qué redil?) los que se alejaron de una Iglesia que, según sus experiencias, no dialogaba suficientemente con el Evangelio ni con nuestro mundo? En estas dos instancias nos podemos encontrar?? Jesús no vino a por la oveja perdida para integrarla en el fariseísmo (la corriente espiritual más acendrada de su tiempo). Creo que no debemos tener miedo de lo que la base reflexione sin que seamos nosotros los que les hayamos ?picado la antífona??.

8º) Por último, decir que los únicos interlocutores válidos de esta acción son los tres arriba expresados. Cualquier otra noticia podría llegar tergiversada. El diálogo con otros que quieren dar el valor que corresponde a la base eclesial es lo que ha movido a algunos a llamar ?las comunidades cristianas de base?? a los protagonistas de esta acción. Yo no soy muy amigo de siglas ni de pertenencias, pero no hay aquí ninguna idea de ser una iglesia paralela ni nada por el estilo, sino de reivindicar ser cristianos adultos, para los que los ministros no son el ?sota, caballo y rey?? en la Iglesia, sino los servidores en orden al ministerio que tengan.