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Introducción:
En el folleto anterior pusimos como título lo que es el objetivo de todo este caminar. Queremos Recuperar muy vivamente el Proyecto de Jesús. Y retomando el impulso del Relanzamiento de hace 7 años, aprovechamos esta ocasión de nuestra Asamblea para relanzarnos con un amor apasionado a Jesús y a nuestro Pueblo por la construcción del Reino. También desde Brasil nos invitan a Resignificar darle su pleno sentido actual a nuestras CEB o sea volverle a dar sentido y relevancia
De aquí a la Asamblea como parte de su preparación, vamos ir recorriendo las 7 estaciones que señalamos en el folleto anterior. Ahora vamos a presentar la primera estación o primera etapa. Y esto lo queremos hacer simultáneamente con el proceso de Recuperación histórica de nuestro caminar siguiendo a Jesús reconociendo la presencia del Espíritu de Dios que nos ha impulsado en este caminar en los diversos contextos
1.- El punto de partida y el punto de llegada. En esta primera Estación queremos ver de conjunto dónde estamos y al mismo tiempo queremos presentar a dónde queremos llegar a través de las distintas estaciones. Esta Primera Estación que es el punto de partida, nos va a servir para reflexionar a dónde estamos y hacia dónde queremos caminar. Es una primera vista. En las siguientes estaciones profundizaremos en cada uno de los principales elementos que ahora vamos a mencionar.
Nota: Lo que decimos a continuación, también nos puede servir para nuestra recuperación histórica viendo cómo ha estado presente nuestro caminar. Por ejemplo en los años 80 discernimos los signos de los tiempos en torno a la guerra y acompañamos a las Madres de muchachos caídos e hicimos la profética insurrección evangélica. Y en los años 90 con la gran pobreza después de 10 años de guerra, y con gobiernos neoliberales, discerniendo los signos de los tiempos comenzamos los Proyectos Sociales por la Vida. Algo semejante podemos ver de cada etapa y del momento actual cómo discernimos los signos de los tiempos y cómo actuamos.
2.- Algunos Signos de nuestros Tiempos. Como en todo caminar de las Comunidades en estos 30 años, siempre hemos estado o procurado estar encarnados en las diversas situaciones que estamos viviendo y retomando las palabras evangélicas que retoma el Concilio Vaticano II, procuramos leer los signos de los tiempos. Enumeramos algunos signos de nuestros tiempos que compartimos con otras Comunidades de Centroamérica y América Latina. Y esto tenemos luego que concretarlo a nivel Nicaragua. Aquí la pregunta principal es si en nuestras Comunidades estamos encerrados de alguna manera en nosotros mismos o si estamos viendo y discerniendo los Signos de los Tiempos.
A.- Estamos en un momento de una crisis muy profunda económica, política, de guerras, terrorismo, pueblos hambrientos, migraciones masivas, etc. Y junto con ello descubrimos muchos signos de un anhelo de un futuro más humano.
Pregunta: En nuestras Comunidades ¿cómo se siente y cómo reflexionamos en esta crisis profunda y qué anhelos descubrimos de un cambio profundo para una vida más humana?
B.- Viendo la tragedia de la situación actual tan inhumana, ¿palpamos también cómo nuestra sociedad necesitan ser salvada?
Pregunta: ¿cómo nos toca el corazón la trágica situación actual y sentimos profundamente la necesidad de que nuestro mundo sea salvador por Jesús y con nuestra colaboración?
C.- Crisis de Esperanza. Un punto clave de la tragedia contemporánea es la crisis de Esperanza que afecta a muchos sectores de la población de todo el mundo. Como que faltan fuerzas para enfrentar los problemas tan serios que tenemos y se busca también cómo recuperar el aliento, la razón de vivir y de luchar. Esto planeta un inmenso desafío para el ser y actuar de nuestras CEB.
Pregunta: En nuestra Comunidad y familia y en la gente que nos rodea ¿cómo está la crisis de Esperanza? Y como CEB ¿cómo somos señales de Esperanza, especialmente para los más vulnerables?
D.- El sufrimiento tan injusto de los excluidos. En este mundo parece que manda en todo el Dios dinero y que los poderosos dominan todo a costa del hambre de la mayoría y de la destrucción de la Naturaleza. Por un lado hay un sufrimiento sin medida de gran parte de la humanidad y por otro lado como dice el Papa, hay una globalización de la indiferencia. Simultáneamente aumentan los signos de solidaridad hacia y con los excluidos.
Pregunta: ¿Podemos sentir que nos hemos contagiado un poco de esa globalización de la indiferencia ante lo que está pasando? Y ¿cómo reaccionamos en concreto para no contagiarnos de esa indiferencia?
E.- Todo esto nos llama a la Renovación de nuestra iglesia y en concreto de nuestras Comunidades. Sin duda el mensaje y al actuación del Papa Francisco han despertado un nuevo aliento y esperanza y son un llamado firme a la Renovación de nuestras Comunidades.
Pregunta: Solemos decir con alegría cómo el Papa está actuando y dando sus mensajes que interpelan no sólo el ámbito eclesial, sino en Naciones Unidas, en los Parlamentos y en los Movimientos Sociales. ¿Y nosotros cómo somos sacudidos por sus llamamientos y en qué hemos cambiado en concreto en la línea que llama el Papa a salir a las periferias y ser como hospital de campaña en tiempo de guerra?
F.- Junto con las llamadas que escuchamos de los signos de los tiempos, también tenemos las llamadas de nuestras Comunidades concretas. Cuántas de ellas están débiles, cuántas cansadas, en cuántas de ellas predominan las personas mayores sin continuidad con personas jóvenes. Y claro hay también Comunidades que viven el impulso renovador y nos están interpelando para que caminemos junto es ese Relanzamiento, Recuperación, Resignificación.
Pregunta: ¿Cuáles son los gritos y clamores que escuchamos de nuestras propias Comunidades antiguas o nuevas y cómo estamos respondiendo a esos clamores?
3.- Algunas opciones pastorales urgentes, especialmente en este proceso y que podemos ver si la estamos viviendo o si estamos llamados a vivirla.
Nota: Estas opciones que mencionamos pueden servirnos también en lo que vamos a hacer de la recuperación histórica de nuestro caminar. Decimos esto ya que no se trata solamente de enumerar lo que hemos hecho o valorarlo en lo inmediato, sino verlo de cara a nuestra Identidad y a nuestros objetivos según el Reino de Dios.
A.- La opción de fondo en la celebración de nuestra Asamblea Nacional CEB, es impulsar un proceso de Renovación que nos lleve a una vida cristiana en nuestras CEB más inspirada y motivada por Jesús y más comprometida a colaborar con él en el proyecto humanizador del Reino de Dios. La opción fundamental es poner a Jesús en el centro de nuestras Comunidades.
Pregunta: ¿Podemos decir que en verdad Jesús y su proyecto del Reino está en el centro de nuestras Comunidades en su vida cotidiana, en sus celebraciones, en sus actividades generales y en sus proyectos sociales? Jesús y su Proyecto del Reino está en el centro de nuestras 4 Mesas de trabajo? ¿En qué se manifiesta esto?
B.- Liberar la fuerza Renovadora y liberadora del Evangelio. Sin duda leemos y meditamos la Biblia, pero urge poner en el centro en contacto más directo el Evangelio para que el mensaje de Jesús ilumine los problemas, las interrogantes, los sufrimientos y los anhelos de los hombres y mujeres de hoy.
Pregunta: Nos ha entrado la rutina en la reflexión bíblica y en las oraciones? O ¿realmente está muy viva en ellas la fuerza renovadora e interpelante del Evangelio?
C.- Recuperar el proyecto humanizador del Reino de Dios como objetivo de horizonte de todas las actividades de las Comunidades. Esa es la pasión que animó la vida entera de Jesús y que tiene que ser hoy la fuerza y el motor de nuestras Comunidades y Proyectos. Algunas acciones en esta línea es ir ahondando qué significa el Reino de Dios y que las prácticas religiosas tienen que estar unidas a nuestro colaborar en la construcción del Reino de Dios y podemos preguntarnos qué podemos hacer en nuestro barrio o comarca para humanizar más la vida en ese lugar.
Pregunta: Sin duda hacemos muchas acciones muy buenas en nuestras Comunidades y Proyectos, pero ¿qué tan viva está la conciencia y la explicitación de que con ello estamos participando en la construcción del Reino de Dios?
D.- Reavivar el Espíritu Profético evangelizador propio de Jesús y de la Comunidad que formó con las discípulas y discípulos. La Comunidad cristiana es profética y nace del Espíritu de Jesús para anunciar la Buena Nueva de Dios y para construir en esta tierra un mundo más justo y solidario encaminado hacia su salvación definitiva en Dios.
Pregunta: En los años 80 y también en otros años, fuimos Comunidades muy proféticas. Señalemos algunas de las actividades proféticas en que ha participado activamente nuestra Comunidad. Y ¿cuáles serían hoy y con qué estilo nuestras actividades proféticas?
E. Hacer de la compasión, de la misericordia, el primer principio y actuación de la Comunidad. Con toda razón el Papa Francisco ha estado recalcando esto como primordial el principio de Misericordia en la Iglesia toda y sobre todo en relación con los más vulnerables y con las situaciones más difíciles. La compasión que pide justicia al ser la fuerza que vaya transformando nuestras Comunidades en Comunidades Samaritanas que no dan rodeo ante los que sufren, sino que se acercan, curan heridas y cuidan.
Pregunta: Solemos decir y con razón que vivimos la opción por los pobres, pero la pregunta es si en esto no nos ha entrado la rutina. ¿Cuáles son los más pobres y excluidos en nuestro entorno que más nos reclama ser una iglesia Samaritana? De los clamores que ha estado proclamando el Papa, ¿cuáles nos interpelan más para ser misericordiosos como Jesús?
Apéndice:
En el libro de Pagola, Recuperar el Proyecto de Jesús en el que nos estamos inspirando en esta reflexión, pone algunas acciones concretas como sugerencias. Las ponemos aquí como un insumo, pero las ponemos como apéndice porque lo primero es que nosotros mismo pensemos en qué acciones conviene que hagamos correspondiendo a las preguntas y reflexiones que venimos haciendo
Opciones de fondo: Esto que venimos diciendo hay que concretarlo en acciones como centrar la Pastoral de la Confirmación en la decisión de ser discípulas, discípulos de Jesús, subrayar en las homilías y en la catequesis la necesidad de aprender a vivir con Jesús y subrayar la presencia de Jesús en la celebraciones litúrgicos y en los encuentros comunitarios.
Liberar la fuerza Renovadora y liberadora del Evangelio. Como acciones concretas, procurar que todas y todos tengamos el librito de los Evangelios y que en todos nuestros encuentros comencemos por la lectura y comentario de la vida de Jesús, sus mensajes, sus parábolas y sus acciones.
Recuperar el proyecto humanizador del Reino de Dios como objetivo de horizonte de todas las actividades de las Comunidades. Algunas acciones en esta línea es ir ahondando qué significa el Reino de Dios y que las prácticas religiosas tienen que estar unidas a nuestro colaborar en la construcción del Reino de Dios y podemos preguntarnos qué podemos hacer en nuestro barrio o comarca para humanizar más la vida en ese lugar.
Hacer de la compasión, de la misericordia, el primer principio y actuación de la Comunidad. Una acción clara es ver en nuestros barrios y comarcas cuáles son las personas que están como el Samaritano, medio muertas y tiraras al olvido del camino. Pensemos por ejemplo en los acianos, enfermos, personas solas y migrantes. Jóvenes sin trabajo ni estudio, etc.
8 de octubre del 2015.
Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales