Con conquistas y desafíos, el Grito de los/as excluidos/as llega a su decimoséptima edición con una realización masiva ?este 7 de Septiembre, fecha simbólica de la Independencia de Brasil? en la mayoría de los estados brasileros. Consolidado como principal espacio de concentración, movilización y afirmación de los movimientos sociales y sus demandas, el Grito de este año tiene como tema ¡PorlaVida grita la tierra…Por derechos todos nosotros!.
Con este tema el acto refuerza la participación del pueblo que, a través de sus inquietudes y denuncias, se convierte en sujeto de transformaciones y de cambios en las más diferentes realidades brasileras. Según Luis Bassegio, coordinador del Grito de los Excluidos Continental, la iniciativa del Grito ya está inserta en el calendario popular. «[El Grito] se ha convertido en un espacio de manifestación del pueblo que no tenía dónde levantar la voz y encontró en este día una oportunidad para manifestarse??, dijo.
Contra las altas tasas de energía eléctrica; por el derecho a la vivienda digna; por la participación ciudadana en el proceso de la Copa Mundial de 2014; contra el desempleo; por el respeto a las mujeres, a los pueblos indígenas, a los niños y adolescentes; contra los grandes proyectos gubernamentales que afectan a comunidades enteras… Los motivos que llevarán miles de brasileros y brasileras a las calles mañana (7) son muchos.
Bassegio cree que, a lo largo de estos diecisiete años, el Grito de los/as excluidos/as se convirtió en un espacio de referencia del movimiento popular, y recuerda la trayectoria de la movilización, que surgió a partir del cuestionamiento sobre el Día de la Independencia y del llamamiento del pueblo pobre que no tenía espacio para manifestar sus dolores.
«Allí, la población hace sus reivindicaciones, y este año el sentido es diferente porque el Grito dará voz no sólo al movimiento, sino también a la Madre Tierra que gime en dolores de parto??, agregó.
La cuestión de la vida en el planeta, uno de los temas en evidencia en las luchas sociales de hoy, se suma a otras luchas y conquistas que el Grito ha alcanzado a lo largo de su jornada. «Esto demuestra que el Grito no se realiza solamente en la Semana de la Patria o en el mismo 7 de septiembre, sino a lo largo de todo el año. Está concentrado en las luchas locales y cotidianas de los y de las militantes que luchan contra los megaeventos, desalojos, agronegocios, bajos salarios??, señala Bassegio.
Entre las otras cuestiones elevadas por el Grito están la desigualdad y la mala distribución del ingreso, problemáticas que han sido grandes generadoras de la exclusión en que vive el pueblo brasilero.
Según el Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (DIEESE), el actual salario mínimo debería ser de R$ 2.149,76 para atender a las necesidades básicas de una familia de cuatro personas, según prescribe el art. 7 de la Constitución. El actual salario mínimo en Brasil es de R$ 545,00; es, hoy, la mitad del valor de compra de cuando se creó, en 1940.
Entre las luchas exitosas de los movimientos, Bassegio destaca el acceso a la jubilación y la resistencia de las comunidades a las obras de la Copa de 2014, para citar sólo algunas. Todavía hay mucho que hacer. «Cuestiones como código forestal, la Usina hidroeléctrica de Belo Monte, en Pará, región Norte, la reforma agraria, todavía están en la pauta de los grandes desafíos del movimiento??, relata.
Las movilizaciones cuentan con el apoyo y la promoción del Sector de Pastoral Social de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Comisión Pastoral de la Tierra, Consejo Nacional de Iglesias Cristianas de Brasil (Conic), además de muchos movimientos e instituciones que luchan por la igualdad, la justicia y la vida.
Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com
Periodista da Adital