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La Alianza Evangélica Española (AEE) ha emitido una Declaración sobre el ?Alto el Fuego?? de ETA, en el que subrayan que los evangélicos españoles siempre han optado por una solución pacífica ante los conflictos al tiempo que esperan de los partidos políticos españoles que estén a la altura de las circunstancias para poder responder al nuevo reto que plantea el ?alto el fuego?? de ETA. En la Declaración, afirman que ?la paz sólo puede construirse con la justicia??; ?la paz sólo puede construirse sobre el perdón??; ?la paz no puede construirse sobre el olvido??. La AEE sigue demandando y esperando la disolución de ETA.
Por su parte, el Consejo Evangélico de Madrid (CEM), en un comunicado suscrito por su presidente, Máximo García Ruiz, saluda ?con entusiasmo el proceso de negociación que se anuncia y que debería conducir a un escenario no-violento que permita la convivencia pacífica entre ciudadanos de ideología diferente??. El CEM señaló que es momento para contribuir desde el lenguaje y la fe evangélicos, a allanar el camino hacia la paz, y recordó la frase de Jesús de Nazaret «Tened paz los unos con los otros».
También el Consell Evangélic de Catalunya valora muy positivamente el anuncio dado por ETA y recuerda que la Iglesia siempre ha estado a favor de la paz y de los métodos no violentos para resolver los conflictos. Hace, además, un llamamiento a las iglesias evangélicas catalanas para orar a favor del proceso de paz.
Por último, subrayar la posición de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), que en carta de su presidente y secretario, José Mª Baena y Mariano Blázquez, han dirigido al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, en la que se ?complacen en felicitar al gobierno?? por el anuncio de ETA de cesar de manera permanente en sus acciones terroristas, al tiempo que expresan su ferviente deseo de que ?esta vez el cese de la violencia sea definitivo??.
Las iglesias evangélicas «harán de tan esperanzador asunto un tema de oración permanente, rogando a Dios por Vd. y su gobierno, y por cuantos tengan que intervenir en el proceso que se anuncia largo y delicado».