Hace unos días, de camino a Bobo Diulaso, me paré en un pueblo, Boni. Fui a saludar al catequista. ¡Sorpresa! su patio estaba transformado en vivero de piñón de tempate o «jatrofa». Estos nombres, quizás, no les digan nada a ustedes. En lengua moore se llama wãb-n-bang-ma y bagani (veneno) en lengua diula. Seguramente, seguirán sin decirles nada, pero poco importa. Dentro de unos años no podrán ignorar esta planta. Se extenderá por todo Burkina, para suerte o desgracia de sus campesinos, según que ellos sean los dueños de este cambio o, al contrario, que se dejen arrebatar sus tierras por los más poderosos.
Al informarme, supe que existe un proyecto de cultivo industrial de jatrofa. El alcalde y el delegado del pueblo apoyan el proyecto. No me extraña que los campesinos lo hayan acogido favorablemente.
El piñón, o jatrofa, es un arbusto originario de Brasil, de 3 a 4 m. de alto. Su cultivo se introdujo en el siglo XV. Su grano contiene una almendra que da aceite, pero que es peligrosa al ser fuertemente purgativa. Ha causado ya la intoxicación de muchos niños. La jatrofa ofrece varias ventajas a un pueblo que puede elaborar los granos para muy diversos usos. Se utiliza para aceite de jatrofa y sus subproductos, carburante, jabón, insecticida, abono orgánico, setos de jatrofa, protección de los cultivos contra el ganado, protección contra la erosión y la desertificación, posibilidad de emplear superficies no cultivables etc.
Mi inquietud nace del modo en que el proyecto se quiere implantar en Boni. No de manera participativa. Los responsables no se han tomado la pena de explicar las ventajas y los límites de este cultivo. Los habitantes del pueblo han ofrecido ya sin contrapartida alguna un terreno de 60 a 70 hectáreas a los promotores del proyecto. Los responsables del proyecto han previsto cortar todos los árboles de ese terreno. ¿Dónde irán la mujeres, que van regularmente a esos campos para abastecerse de leña? ¿Sacrificarán « la leña para calentarse», la energía del pobre, en favor del aceite de jatrofa para alimentar los coches 4×4 de los ricos?
El proyecto ofrece gratuitamente semillas de Jatrofa a los campesinos que acepten dedicar algunas hectáreas a este nuevo cultivo. Si te propones, pues, consagrar 2, 3 ó 5 hectáreas al cultivo de la jatrofa recibirás las semillas que necesites. Ahora bien, de cada uno en particular dependerá sacar adelante su vivero y su plantación. Los campesinos de Boni han propuesto consagrar, ya desde el 2008, 2.000 hectáreas a esta nueva idea. Quise saber qué terrenos se dedicarían a esa planta. Pregunté a varios campesinos sobre el tema pero no obtuve ninguna respuesta clara. Lo que deja barruntar que escogerán, para cultivar la jatrofa durante 50 años (período durante el cual este arbusto es productivo), los campos de maíz en rotación con el algodón. Y eso, a pesar de que el aceite de algodón se puede consumir, y de que es tan buen carburante como el aceite de jatrofa, y, además, en un momento en el que el maíz escasea a escala mundial.
Ningún campesino, entre los interrogados, supo decirme qué cantidad de granos de jatofra esperaba cosechar por hectárea, ni su precio de compra en la fábrica. Tampoco se ha pensado en hacerse con algunas prensas para extraer ellos mismos el aceite de una parte de sus cosechas, sin depender por completo de los precios que pronto les ofrecerán los promotores del proyecto.
Dejé Boni pensando en la urgencia de una reflexión por parte de los agricultores de Burkina sobre los beneficios, pero también sobre los inconvenientes o peligros del cultivo de jatrofa, y la oportunidad de publicar un folleto para los grupos que deseen lanzarse en la producción de granos de jatrofa. Creo poder decir desde ahora que, mientras se limite a ciertas aplicaciones (mejora de tierras no cultivables, setos de cercado y protección de los campos contra los animales, plantaciones en curva de nivel para luchar contra la erosión,??), el cultivo beneficiará a los campesinos. Mientras que los campesinos utilicen los granos de jatrofa para sus propias necesidades (carburante para molinos, tractores, fabricación de jabón o insecticidas) les será de interés.
En cuanto a la rentabilidad económica de la producción de aceite de jatrofa en gran escala, no es evidente para los inversores, aun menos para los campesinos que corren el peligro de encontrase rápidamente en una situación de dependencia y reducidos al estado de obreros agrícolas.
Tomado de abcburkina.org. Maurice Oudet