Actualidad del 1º de Mayo -- José Luis Casas Sanchez, profesor de Historia

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El Plural

1?º de Mayo.jpgEl origen de la celebración del 1º de mayo como una jornada reivindicativa se halla en el Congreso celebrado en París en 1889, que daría paso al nacimiento de la II Internacional o Internacional Socialista, con motivo de la conmemoración del primer centenario de la Revolución francesa de 1789. Se aprobó una resolución que proponía que se llevara a cabo una manifestación de obreros, a celebrar en diferentes países, con el fin de reivindicar la jornada laboral de ocho horas
Para aquellos momentos, una federación estadounidense ya había decidido que la misma tendría lugar el 1 de mayo del año siguiente, así que en el resto del mundo se decidió sumarse a esa fecha ya propuesta.

Hace unos años apareció en español una conferencia del historiador británico E.J. Hobsbawm con el título de ?El nacimiento de una fiesta: el primero de Mayo??. Allí recordaba que se trataba de la única fiesta de carácter secular, y universal, que ha sido capaz de hacer mella en el calendario cristiano, o en general en cualquier celebración de tipo religioso. Y sin embargo, recordaba que aquella fiesta (por cierto en 1890 fue jueves, igual que en 2008) no nació con grandes pretensiones, puesto que se pretendía llevarla a cabo una sola vez, el acontecimiento no tenía ningún ritual oficial con pretensiones de perpetuidad y, además, todos los documentos de la época presentan el acontecimiento como algo de una relativa importancia.

Lo que sorprendió por encima de todo fue la gran respuesta de la clase obrera, en especial en los países de Europa occidental, entre los cuales destacó Gran Bretaña con sus 300.000 obreros concentrados en el Hyde Park de Londres. Como resalta Hobsbawm, el 1º de mayo adquirió pronto caracteres universalistas, en cierto sentido no era sino la expresión del internacionalismo clásico del marxismo, y que sin duda se puede sintetizar en aquella famosa frase del Manifiesto Comunista: ?Los obreros no tienen patria. No es posible quitarles lo que no tienen. Puesto que el proletariado aún debe conquistar, en primer término, la hegemonía política, elevarse a clase nacional, constituirse a sí mismo en cuanto nación…??.

Claro que aquel primer acto de 1890 no solo contenía la histórica reivindicación de la jornada laboral, añadía otras como la del sufragio universal y la aprobación de leyes protectoras para el mundo del trabajo. En España fueron los socialistas quienes se hicieron eco de lo aprobado en París, y así en 1890 hubo manifestaciones en Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Bilbao, Linares y otras ciudades con una respuesta desigual. En lo que sí estaban de acuerdo era en que se trataba de una manifestación y no de una huelga, como pretendían los sectores anarquistas. Al día de hoy, sorprende que el 1º de mayo se haya quedado reducido al ámbito de las organizaciones sindicales, que allí donde gobierna la izquierda, como en España, o en Andalucía, el Partido Socialista haya renunciado a esa parte de su origen, de su propia historia.

No vendría mal en el seno de la izquierda recuperar como eje de su pensamiento el internacionalismo, porque ayudaría a superar muchos de los provincianismos que a veces separan a algunas comunidades autónomas. Recordemos que en un artículo que envió Engels para ser publicado en El Socialista con motivo del 1 de mayo de 1893, decía que, en contra de lo establecido por el calendario, el 2 de mayo era anterior al 1, y que en España se estaba en camino de avanzar desde una guerra contra los invasores que al mismo tiempo se hizo contra la Revolución francesa hasta una nueva situación ?clara, determinada, transparente??, que no era otra que la emancipación universal. Ojalá las organizaciones de izquierda sepan actualizar esas consideraciones.