Para celebrar la caída de un muro no hay como derribar otro.
En Ni´ilin los manifestantes lograron derribar una pequeña sección del muro de hormigón que atraviesa los campos de cultivo del pueblo. Soldados israelíes posicionados al otro lado del muro lanzaron gas lacrimógenos y dispararon con munición real contra los congregados. Es la primera vez, desde que Israel comenzó su construcción en 2002, que se consigue derribar un trozo del muro. Uno de los manifestantes, Moheeb Khawaja, declaró que «hace veinte años nadie pensaba que el monstruo que partía Berlín en dos podía ser derribado, pero en solo dos días de noviembre lo fue. Hoy hemos probado que también puede hacerse aqui y ahora. Es nuestra tierra la que está tras el muro, y no nos rendiremos. Venceremos por una razón muy simple – la justicia está de nuestro lado».
Mientras tanto en Bil?in los manifestantes llevaban carteles reclamando la puesta en libertad de Adeeb, un miembro del comité popular local encarcelado por Israel, y una maqueta de espuma de poliestireno del muro. Durante la marcha se cortaron varios trozos de vallas del área del muro, mientras un coro de solidarios belgas cantaba canciones de lucha y resistencia en varios idiomas. Los soldados israelíes destruyeron la maqueta y atacó a los manifestantes con gas lacrimógeno, a lo que una parte de los congregados respondió devolviendo los botes de gas lacrimogeno, acompañados de algunas piedras.
En al-Ma?asara el ejercito israelí impidió que unas 50 personas se manifestasen en las proximidades del muro, bloqueando el paso con alambre de espino y soldados. Los manifestantes dieron discursos en inglés y árabe en torno a la ilegalidad del muro y la ocupación israelí de los territorios palestinos. Los niños de la aldea lograron quitar parte del alambre de espino e intentaron avanzar, mientras los soldados amenazaban con hacer arrestos y empujaban a los niños.