Mi buen amigo Pello: recibe este pequeño homenaje, humilde y convencido. En cierto modo es un vano intento, porque son muchos ?¡enhorabuena a todos!? los que ya han elogiado tus dones y tus logros mejor de lo que yo soy capaz. Con gusto hago míos todos los elogios.
Así pues, en estas líneas no te honraré porque te revistieran tantas cualidades admirables; ni porque tuvieras la gracia de la palabra hablada y escrita; ni porque fueras capaz de registrar en tus oídos las melodías del viento, de la lluvia, de la piedra y del pueblo, y de trasladarlas del oído al pentagrama con tanta facilidad y elegancia; ni porque fueras un virtuoso organista, sin haberlo estudiado con nadie; ni tampoco porque en la radio y la televisión vascas te hubieras convertido en chispeante informador del tiempo o en experto presentador de música clásica e iniciador a su disfrute. ··· Ver noticia ···
Registrarse
¡Bienvenido! Ingresa en tu cuenta
¿Olvidaste tu contraseña? consigue ayuda
Recuperación de contraseña
Recupera tu contraseña
Se te ha enviado una contraseña por correo electrónico.