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O se da lo que asegura el título de este artículo, o mienten como bellacos. Ante el último CIS, una macro encuesta con más de 16.000 muestras de sondeo, hubo, entre politólogos, sociólogos, y políticos interesados, un aluvión de burlas, chanzas, críticas y descalificaciones. No sé por qué. El sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas, CIS, daba a, PSOE 30,2 % de intención de voto, y al PP, 17,2. Ante la vehemente protestas, tan vehemente como errática y precipitada crítica de Pablo Casado, de que el Señor Sánchez se regala los oídos, y los de sus seguidores, con el dinero de todos los españoles, es preciso, y necesario, que el por ahora presidente del PP conozca los siguientes datos:
La organización sociológica Simple Lógica daba al PSOE 31,2 % de previsión de votos, y al PP 17,1, es decir, un punto más de diferencia. Y hay más. La agencia de encuestas IMOP daba al PSOE 30,5 %, y al PP, 19,5. La GAD3, 31,1, PSOE, y 20,9, al PP. Es decir, no es solo el señor Tezanos el que señala en sus encuestas un PSOE a la alta, y un PP a la baja. Además, habrá que tener en cuenta que muchos ven en esta serie de encuestas tan favorables al PSOE un auténtico y verdadero peligro de desactivación del electorado, ante las ínfulas de victoria.
Pero es que, independientemente del jaleo y ruido electorales, y de las diferencias de ideologías y de praxis política de los diferentes partidos, lo que no es de modo alguno de recibo son las descalificaciones gratuitas, los insultos de trazo grueso, que se aseguran sin el más mínimo soporte fáctico, y absolutamente desproporcionados a la realidad de los hechos. He leído hoy un artículo que aconseja al señor Casado moderación y prudente equilibrio en sus diatribas e injurias al señor presidente del Gobierno, preguntándose el periodista cómo los posibles votantes del PP, que ha sido un partido político serio, con sentido de Estado, y dispuesto a tejer acuerdos políticos con el PSOE, cuando eran claramente necesarios, cómo esos votantes van a indicar el nombre de Casado para presidente del Gobierno.
Ni en lo más acalorado de la contienda político-partidista un candidato puede injuriar al otro, y todavía menos si éste es ya Presidente de Gobierno, de que se encuentra más a gusto con manos manchadas de sangre, que con manos pintadas de blanco. ¿Es que puede dormir en paz este político acusando a un contrincante, porque se lo pide un subidón de adrenalina, de cómplice de asesinos, teniendo conciencia de lo que está afirmando? ¿O puede tener agallas para llamar al señor Presidente del Gobierno felón y traidor? Y si se cree lo que asegura, ¿Por qué no va a un tribunal o a una comisaria a denunciarlo por crímenes tan abominables? Y, ¿por qué son tan pocos los tertulianos que afean estas barbaridades de un ¿candidato? a Presidente del Gobierno de España?