Lo que trato de vivir, y me va muy bien -- Alberto Revuelta

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Lo que trato de vivir, y me va muy bien.


Los debates, propuestas e interrogantes que las personas interesadas en la consecución del Reino de los Cielos, de intentar realizar el proyecto de Jesús el Galileo, de abordar la reforma de las estructuras de la Iglesia Católica Romana, corren el riesgo de no llegar a diseñar los pasos a dar y permanecer en un tipo de intercambio de pareceres que puede recordar al de los teólogos interesados en discernir el sexo de los ángeles.

He nacido, crecido, me he hecho hombre adulto en el seno de la Iglesia, católica por supuesto, lo que agradezco por lo que en ella he recibido y vivido. En mi vida he conocido y sufrido las deficiencias, dificultades y miserias de la institución y sus miembros, incluido yo mismo, por supuesto. El mea máxima culpa lo creo con la misma convicción que espero en la vida del mundo futuro. Que ahora se busquen límites a la conciencia de culpa está muy bien. Pero los disparates, errores y el mal que yo he hecho, igual que los demás, se le llame como se quiera, está ahí. Así que menos lobos.

Practico desde hace muchos años el ser fiel a mi propia conciencia en mi vida de cristiano del común de mártires y confesores. O sea:

1/ Acepto sencillamente que sólo Uno es bueno. Que hace salir el sol sobre unos y otros y deja en paz a la cizaña igual que al trigo. Vivo en paz con unos y otros y dejo vivir.

2/ No hay padre en la tierra. Soy huérfano desde niño. Tampoco en la Iglesia hay padres. No hay doctores en la iglesia. Uno solo es el maestro y hay una cartilla donde dice El lo que hay que hacer. Los demás enredamos. Y somos todos iguales.

3/ Oro entrando en mi cuarto, cerrando la puerta y callando.

4/ No sirvo a Dios y al dinero.

5/ Las leyes, todas, están hechas para el hombre. También las que los hombres que dicen que hablan en nombre de Dios publican como divinas. Cuando tengo que saltarme una norma, lo hago a piola.

6/ Con dos o tres reunidos en nombre de Jesús, estamos todos. No es menester mucho más para estar en la iglesia.

7/ Conozco a las personas por sus frutos, no por lo que dicen. A mi el primero, pero también a todos mis compañeros.

8/ El plan de trabajo: curar enfermos, ayudar a ver a los que no ven, liberar cautivos y desoprimir oprimidos, calmar las hambres y las muchas sedes, acoger a los caminantes, decir a los zorros que reinan que solo son zorros. Ese trabajo es de diario y hasta el último día. No hay vacaciones.

9/ La vida no termina, cambia. Vita mutatur, non tolitur. Resucitaré en el último día.

10/ El Espíritu sopla donde quiere y no sé, ni he sabido, ni sabré nunca de dónde viene y a donde va.

11/ Lirios del campo, yerba que hoy es y mañana está quemada, pájaros que se venden por un cuarto pero que no caen sin que el Uno lo sepa, adulteras que obligan a mirarse con la piedra en la mano y dar media vuelta, perdones de hasta cuatrocientas noventa veces??..esa es mi gente, mi fe y lo que me encanta del Señor.

12/ Y la cruz. Jesús muerto en la cruz. Y hoy, aquí junto, manteniendo mi interés por El y por seguirle.

Fui destinado a La Atunara de La Línea el año qué murió don Francisco, Franco of course. La iglesia está en la misma orilla y el cuarto del cura estaba en el terrado junto al campanil con el Peñón al fondo y África en el horizonte. El primer día que dormí allí, bajé a la salida de los barcos, a las cuatro menos cuarto de la mañana, iba con sotana y colaríum romanum pues venía directamente de Roma, donde había estado destinado un año, y Antonio un pescador al darle la mano me miró y sonriendo con malicia me dijo ?padre, hay gente pa tó??.