Terremotos -- Pedro Serrano

0
47

Enviado a la página web de Redes Cristianas

??ramos demasiado felices y alguien nos maldijo??, se lamentaba entre sollozos el padre de un niño muerto como consecuencia del terremoto en el pueblo italiano de Amatrice. «Nos has abandonado», increpaba una mujer, entre suspiros y lagrimas, al mismísimo Dios por haber permitido la tragedia.

Entiendo perfectamente vuestra desesperación, pero ni las maldiciones llegan al cielo ni Dios abandona nunca a nadie; sencillamente porque nunca hemos estado bajo su amparo, porque nunca se ha preocupado de nosotros, porque siempre hemos estado abandonados a nuestra suerte. Simple y llanamente se trata de una pésima prevención y de nuestra vulnerabilidad ante la poderosa naturaleza.

En nuestro trayecto vital, a veces se producen terremotos que tambalean o reducen a escombros el edifico de nuestras vidas. Uno puede estar viviendo de forma más o menos venturosa y, de pronto, un acontecimiento imprevisto puede cambiar nuestro sereno y benigno fluir y precipitarnos al vacío más insospechado.

. Valladolid