Muchas cosas que arreglar en su propia iglesia vio Martín Lutero. Urgía la primacía de la Biblia por sobre los documentos de Roma; reconocer a un único intermediario entre Dios y la humanidad por sobre miles de personajes menores que eran subidos al podio por la devoción popular y los intereses económicos del clero; valorar la fuerza de la fe por encima de los actos ?merecedores?? del favor divino; considerar el bautismo y la eucaristía como únicos sacramentos que validaban la pertenencia a la iglesia; el sacerdocio universal de los bautizados en contraposición a una clerecía que se había adueñado de las llaves que abrían o cerraban las puertas celestiales?? En fin, una serie de cuestionamientos que lo pusieron en la cornisa eclesial de la que debió saltar al vacío para que no lo quemaran en una hoguera. ··· Ver noticia ···
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