Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía
Rescate de 223 personas de un barco que tranasportaba inmigrantes
La mayoría eran de Cachemira, India o Pakistán. Al parecer los tripulantes de Gambia. Según parece el barco, que llegó con al nombre falso de «Annat TG99», pero que se llamaba «Miss», fue avistado el 1 de abril por avión del Ejército del Aire a 150 millas de las aguas territoriales de Canarias y dio media vuelta para enfilar hacia la ciudad mauritana de Nuadibú.
Había sido el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) el que alertó de la partida del buque cargado de inmigrantes, lo que llevó al Ministerio de Defensa a enviar un avión Focker, con la misión de localizarlo, y una corbeta con órdenes de contactar con su tripulación. Cosa que no consiguieron plenamente. El barco al parecer en este último viaje había partido de Guinea-Conakry. Los presuntos tripulantes son de Mauritania, Senegal y Gambia. Pocos datos mas se conocen en realidad.
La APDHA, algunos de cuyos miembros se desplazaron al puerto de Cádiz durante el desembarco de los inmigrantes, ce felicitó de la actuación de los servicios de salvamento que han evitado una nueva tragedia en las costas andaluzas. En cambio denunció en dicho comunicado que sin embargo el dispositivo de atención ?administrativa?? ha adolecido de deficiencias importantes, como la falta de autobuses para el traslado o la falta de interpretes en bastante tiempo.
Del mismo modo la APDHA lamentó públicamente el espectáculo que se montó en el puerto de Cádiz, en una situación que hubiera exigido una cierta discreción, que puede dar lugar a una visión negativa en la opinión pública y la enésima consideración del inmigrante como amenaza.
La mayoría de los inmigrantes fueron trasladados al Cuartel Torre de las Eras (Algeciras), habilitado para la retención de inmigrantes. Algunos quedaron a disposición judicial como testigos, dos de ellos hospitalizados leves y los supuestos tripulantes pasaron a disposición del juez.
En las primeras declaraciones la autoridades declararon que a los pasajeros del buque no se les iba a aplicar la Ley de Extranjería ya que no pretendían entrar en España, con lo que incluso (se le escapó imprudentemente a uno de los portavoces policiales) incluso podrían solicitar asilo.
En el comunicado citado, la APDHA manifestaba su preocupación por el limbo jurídico y la desprotección legal de estas personas que podían llegar a ser expulsadas sin ninguna garantía. Preocupación que no tardó en confirmarse al emitirse una orden de devolución para cada uno de ellos, aún cuando no se sabe con certeza su nacionalidad ni siquiera su nombre.
– Si no son considerados inmigrantes «ilegales» -subdelegado del gobierno dixit»-, ¿como es que son encerrados en las dependencias de un cuartel de retención? Si hubieran sido canadienses rescatados ¿también les habrían llevado al cuartel de Torre de las Eras.
– La devolución, si se les aplica la Ley de Extranjería, sólo se puede poner en marcha para las personas que pretenden entrar ilegalmente en el país, supuesto que no se da en este caso, ya que el barco fue remolcado hasta el puerto de Cádiz. ¿porqué se les hace entonces una orden de devolución en la cual se dice que han sido detenidos en dicho puerto?
– ¿Porqué han sido trasladados a Madrid inmediatamente al menos 85 de los inmigrantes? ¿cual es su destino? ¿Cuales son las garantías legales aplicadas a estas personas?
– Si no se les aplica la Ley de Extranjería, ¿porqué se les aplica a los supuestos tripulantes? De hecho estas personas han sido consideradas tripulantes, según sabemos, casi exclusivamente por tener el color de la piel negra, porque ninguno de los inmigrantes los ha reconocido ni siquiera ante el juez.
Al igual que la APDHA, Algeciras Acoge se ha manifestado en un comunicado por la inmediata libertad de los detenidos. Es desde luego la única alternativa legal y la única actuación coherente en este caso. Cuestión a la que no parece dispuesto el Ejecutivo, ya que está intentando la repatriación de todas estas personas de la forma que sea, aún vulnerando y violentando nuestra propia legislación y toda lógica humanitaria.