Sudán del Sur 2.013

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Pequeño informe sobre SUDAN SUR 2013, preparadao por Amelia Esteve CRC
La guerra civil de los años ochenta y noventa, a menudo erróneamente simplificada como una lucha entre norte y sur, fue una carnicería entre los múltiples grupos étnicos de la región ?dinka, nuer, murle, shilluck y las docenas de tribus de la región ecuatorial? que luchaban por obtener sus cuotas de poder político y social en el futuro Estado.

Las luchas internas causaron más muertos y destrucción que el conflicto contra Jartum en sí. Es más, fue únicamente la existencia del enemigo común, Sudán, lo que consiguió que temporalmente aparcaran sus diferencias y acudieran juntos a las negociaciones de paz que desembocaron en un referéndum de secesión y la obtención de la independencia de Sudan del Sur en junio de 2011 con la euforia de sus ocho millones de habitantes agotados tras 22 años de conflicto, dos millones de muertos y casi un millón de refugiados y desplazados.

La nueva nación es rica en petróleo y tiene alguna de las tierras más fértiles de África pero es tan subdesarrollada que cuenta apenas con 60 kilómetros de carreteras asfaltadas y no tiene red eléctrica. Más del 70 % de sus ciudadanos tiene menos de 30 años lo que significa que solo han conocido la guerra y menos de una cuarta
parte de la población sabe leer y escribir; a estas circunstancias se le suma que los que fueron los líderes militares durante la guerra , han pasado sin transición a ser las figuras políticas del nuevo País. Hombres como Salva Kiir, Riek Machar y Lam Akol, que ya en los noventa fueron responsables de las sangrientas escisiones internas en el movimiento rebelde contra Sudán, y que se han encontrado de nuevo en el Ejecutivo y en el parlamento administrando un País.

La dimensión étnica del conflicto es especialmente alarmante en un país con dos grandes tribus y una constelación de subgrupos.

Lo que hace unos días en Sudán del Sur era un enfrentamiento por el poder entre el presidente Salva Kiir y su exvicepresidente, Riek Machar, durante años rivales en la guerrilla y después en el partido gobernante, se está convirtiendo aceleradamente en conflicto tribal de grandes proporciones, que amenaza la existencia del Estado más nuevo de África y uno de sus principales productores de petróleo. Más de 1.000 muertos en pocos días y alrededor de 100.000 huidos hablan de las dimensiones de la lucha que se extiende. El Consejo de Seguridad ha acordado así duplicar hasta 12.500 sus cascos azules para intentar detener lo que se perfila como una nueva guerra civil.