Pastores por la paz en nueva senda de solidaridad con Cuba -- Yolaidy Martínez (PL)

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Un centenar de activistas de Estados Unidos, Canadá y México estarán este mes en Cuba tras visitar numerosas ciudades de sus países y desafiar una vez más el bloqueo que Washington mantiene contra la nación caribeña desde 1962.
Ellos acompañan la XXIV Caravana de Pastores por la Paz y desde principios de julio hicieron escala en localidades distintas para actualizar al público sobre el impacto negativo del cerco financiero, económico y comercial, cuyos daños al pueblo de la Isla superan un billón 66 mil millones de dólares.

«El bloqueo es un laberinto de las políticas de la guerra fría para desestabilizar a nuestros vecinos cubanos con la prohibición sobre transacciones comerciales (â??) y hasta poner a Cuba entre los auspiciadores del terrorismo, lo cual es completamente absurdo», dijo Gail Walker, co-directora de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO/Pastores por la Paz).

La travesía llevó a los caravanistas a las urbes canadienses de Waterloo, Toronto, Hamilton y Kingston, así como a las estadounidenses Nueva York, Little Rock, Milwaukee, Hartford, Ashland, Pensacola, Buffalo, Seattle, Dallas, Fresno, Montclair, Indianapólis, Kansas City, Detroit y Minneapolis, entre otras.

Tamara Hansen, coordinadora de las comunidades de Vancouver en solidaridad con Cuba, dijo por correo electrónico que en esos lugares constataron un respaldo mayor del público al cese inmediato del bloqueo, condenado por la comunidad internacional durante 21 años consecutivos ante la Asamblea General de la ONU.

«Nos recibieron con beneplácito. Estamos impresionados con el apoyo a la campaña por el cese del bloqueo», aseveró, al calificar esa política coercitiva de cruel e ilegal.

Según Hansen, aprovecharon cada estancia para abogar también por la normalización de las relaciones Washington-La Habana, exigir la libertad de los antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos y dar a conocer la realidad de la isla caribeña, distorsionada en muchos medios a nivel mundial.

En cada parada acopiaron medicinas, artículos para los sectores de la educación y la salud, además de herramientas de construcción e insumos para respaldar la recuperación de la provincia de Santiago de Cuba, ubicada en el oriente del país caribeño y afectada por el huracán Sandy en octubre pasado.

La presente edición de la Caravana de la Amistad tiene características singulares, pero mantuvo presente el homenaje al fundador del proyecto, Lucius Walker, y a otros protagonistas de estas dos décadas de accionar solidario.

En vez de usar los tradicionales autobuses amarillos, los activistas trasladan la ayuda en sus propios equipajes, viajan desde Estados Unidos hasta la capital mexicana y de allí a Santiago de Cuba, donde permanecerán del 19 al 29 de julio. Los primeros arribaron a La Habana el 17 de julio.

Un primer grupo llegó a México el 16 de julio y allí reiteraron su compromiso de sumar en el camino más voces en contra de la política hostil con que el gobierno de Estados Unidos ha pretendido en vano apagar la Revolución cubana.

«De Cuba salimos más inspirados, fortalecidos, decididos a reclutar nuevos caravanistas, para luego volver y volver, siempre volver hasta que no exista bloqueo. Siempre que exista bloqueo habrá Pastores por la Paz», dijo el reverendo Thomas Smith, presidente de IFCO/Pastores por la Paz.

Histori y compromiso

Pastores por la Paz nació en 1992 con el objetivo de romper el cerco hostil de la Casa Blanca y trasladar a Cuba asistencia humanitaria e insumos médicos, sin pedir autorización ni licencia a las autoridades federales.

El programa logró reunir en todos estos años a personas de diferentes credos, etnias y procedencias en lo que llaman un acto de consciencia y desobediencia civil y bajo los principios de ayuda al prójimo y la solidaridad humana.

Decenas de toneladas de artículos de alta demanda y difícil de acceder en el mercado mundial han llegado a los ancianos, los niños, sectores como el deporte, la salud y la educación gracias al proyecto filantrópico.

La tenacidad de sus miembros constituye un profundo gesto de amor hacia el pueblo cubano y un desafío político a una medida que cada vez encuentra mayor oposición global.

Pero la respuesta de la Casa Blanca fue retener cargamentos y obstaculizar su llegada a Cuba, además de las amenazas de multa a los activistas.

Huelgas de hambre, demostraciones y el respaldo dentro de la propia nación norteña y a escala internacional obligaron una y otra vez a Washington a permitir el paso de los caravanistas, a quienes con el tiempo se sumaron personas hasta de Europa.

«Las Caravanas han creado una comunidad en Estados Unidos y en el resto del mundo que pide un cambio en la actitud con Cuba y un cambio del terrorismo a la amistad. Esa comunidad está creciendo a pesar de los obstáculos», resumió en Oakland la doctora norteamericana Jane Franklin, graduada de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana.