LA NAVIDAD ORTODOXA EMPIEZA EL 7 DE ENERO

0
151

Religión Digital

La Navidad llega a Rusia y hasta la Estación Espacial Internacional
Rusia celebra hoy la Navidad Ortodoxa con oficios religiosos a lo largo de todo el país y un mensaje especial de su Patriarca, Alejo II, a los astronautas de la Estación Espacial Internacional y, a través de ellos, a toda la Humanidad.

Pasada la Nochebuena, oficios litúrgicos empezaron en las más de 27.000 parroquias y 700 monasterios que tiene la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) en el país y fuera de sus límites, en otras repúblicas ex soviéticas y en algunos estados extranjeros.

Los rusos festejan la Navidad según el viejo calendario juliano por el que todavía se rige la Iglesia Ortodoxa Rusa, a diferencia del Estado, que utiliza desde 1917 el moderno gregoriano, empleado alrededor del mundo y adelantado trece días a aquel.

A partir de hoy, para los creyentes en Rusia empiezan los «sviatki», doce días de Pascuas de Navidad que duran hasta la fiesta de la Epifanía y en los que se celebra la Natividad de Jesucristo.

El Patriarca ruso ofició anoche la misa solemne que marca ese día de Navidad en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, el principal templo ortodoxo reconstruido tras la caída del comunismo.

A esa ceremonia religiosa asistieron el primer ministro, Mijaíl Fradkov, y los presidentes del Senado, Serguéi Mirónov, y de la Duma, Borís Grizlov, y otras autoridades.

El presidente Vladímir Putin acostumbra celebrar la Navidad fuera de la capital, en la iglesia de algún pueblo, y esta vez escogió para ese fin el monasterio Nueva Jerusalén de la pequeña ciudad de Istra, en la región de Moscú.

En ese templo, fundado por el Patriarca Níkon en 1658 como una copia exacta de la Catedral ortodoxa de la Resurrección del Señor de Jerusalén, Putin encendió varias velas y se sumó discretamente a los creyentes para asistir a la misa que ofició el arcipreste Nikita.

«La fiesta de la Navidad nos une a todos en torno a los valores éticos tradicionales y nos ayuda a fortalecer los principios morales y la concordia en la sociedad», señaló el líder ruso en un mensaje de felicitación a los creyentes en el que pidió a todos «actos de caridad y atención hacia todos los que necesitan compasión y ayuda».

El Patriarca también felicitó a la nación con motivo de la Navidad y rezó en especial «por la paz en la Tierra Santa, la patria chica del Señor, para que sea por fin el lugar donde se besen la verdad y la paz».

El Patriarca destacó que en 2006 entró en la recta final, para concluir oficialmente en mayo próximo, el proceso de reunificación de la Iglesia Ortodoxa Rusa con su rama extranjera, creada en el exilio tras la revolución bolchevique de 1917.

Además, Alejo II se comunicó por teléfono desde su residencia con la Estación Espacial Internacional (EEI) para felicitar con motivo de la Navidad ortodoxa al cosmonauta ruso Mijaíl Tiurin, y a sus colegas estadounidenses Sunita Williams y Michael López Alegría.

Durante ese enlace, organizado por el Centro ruso de Control de Vuelos Espaciales (CCVE), Alejo II recordó que en marzo pasado entregó una cruz ortodoxa a la anterior tripulación de la EEI, que la llevó a la órbita el 1 de abril de 2006.

El Patriarca ruso deseó que «esa cruz sagrada, que sobrevuela la Tierra a bordo de la Estación Espacial, proteja a los cosmonautas y astronautas que trabajan en la órbita y a todos los habitantes de nuestro planeta de las desgracias, catástrofes y fenómenos naturales adversos».

De esta forma, el Patriarca tomó el relevo al Ded Moroz (Abuelo Frío), el hermano ruso de Papá Noel y Santa Claus, quien el pasado 25 de diciembre se personó en el CCVE para felicitar con las fiestas de la Navidad católica y Año Nuevo a los tres tripulantes de la EEI.

La Agencia espacial rusa Roskosmos informó de que los astronautas norteamericanos, aunque ya celebraron la Navidad católica, sin falta acompañarán a Tiurin durante la cena festiva de esta noche, para la que organizarán «un menú navideño especial».

La Navidad ortodoxa fue declarada día festivo en Rusia tras el hundimiento de la URSS en 1991 y se convirtió en un símbolo más del ímpetu religioso, que, auspiciado desde el poder, ha devenido en señal de la identidad nacional rusa.

La costumbre marca que los creyentes en esta jornada acudan a la iglesia, y hasta que la primera estrella aparezca en el cielo sólo pueden comer «sochivo» (trigo cocido con miel y nueces), plato que ha dado a la Nochebuena el cariñoso apelativo de «Sochelnik».

Este año, por segunda vez, la Navidad ortodoxa se celebra en un «megapuente» festivo de diez días por la introducción de las «vacaciones de Año Nuevo», innovación que paraliza el país hasta el próximo martes, pero que continuará el próximo domingo con el «Viejo Año Nuevo», de acuerdo con el mismo calendario juliano.

Según el centro sociológico Levada, este año iba a celebrar la Navidad el 69 por ciento de los rusos, diez puntos porcentuales más que hace doce meses.