DOMINGO 7 DE ENERO DE 2.007 : EPIFANÍA DEL SE?OR

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Koinonía

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Is 60,1-6: ¡Arriba, resplandece, que ha llegado tu luz!
Salmo responsorial 71: Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
Ef 3,2-6: Ustedes son coherederos, partícipes de la misma promesa
Mt 2, 1-12: Venimos de Oriente para adorar al Rey
La primera lectura, tomada del profeta Isaías es un oráculo de consuelo para Jerusalén, la ciudad tantas veces asediada, tomada y destruida. Aquí, y en otros lugares del mismo libro, aparece representada como una mujer, madre y esposa, a quien se anuncia el regreso de sus hijos dispersos, el homenaje de los pueblos extranjeros.

La imagen de las tinieblas sobre el mundo que son barridas por el sol divino, por la luz de una nueva aurora, es una imagen recurrente a todo lo largo de la Escritura, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Una imagen, por otra parte, presente en la mayoría de las religiones y de las culturas antiguas y modernas. Luz de la verdad y la justicia, de la bondad y la misericordia divinas que se compadecen de nuestros males. La luz que caracteriza la fiesta de la «Epi-fanía» (= manifestación) que estamos celebrando.
En la lectura tomada de la carta a los Efesios también se habla de Epifanía, de manifestación y revelación de cosas ocultas.

No para desconcertarnos o sumirnos en el temor, sino todo lo contrario: para llenarnos de alegría al conocer el plan misterioso de Dios. «Que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio». Es el fin ideal de todo particularismo y discriminación, de toda exclusión o segregación. «Gentiles» somos todos los pueblos de la tierra que no estamos étnicamente vinculados con el judaísmo.

Ellos, los judíos, se consideraban el único pueblo elegido. Ahora comparten su elección con la humanidad entera, «en Jesucristo», «por el Evangelio». Ahora ven, admirados, cómo los pueblos vienen a Jerusalén, representados en los magos de Oriente, y se postran ante Jesús ofreciéndole sus pobres dones materiales, para recibir, en cambio, el abrazo amoroso de Dios. Dijimos que es el fin «ideal» de todo particularismo porque eso hay que convertirlo en realidad, sabiendo que como Dios no hace acepción de personas, tampoco nosotros podemos hacerlas. Que hemos de convertir en realidad aquello de que «todo hombre, todo ser humano, es mi hermano». Que no existe razón alguna para despreciar a nadie, ni por su raza, ni por su lengua, ni por su religión, ni por su particular cultura, ni por su condición social, ni por ninguna razón.

San Pablo está en lo cierto al decir que se le reveló un misterio «que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos», pues hasta ahora seguimos pensando que hay muchas razones para considerarnos distintos, superiores, «elegidos por Dios, depositarios únicos de la salvación», mejores que los demás. El misterio de que habla San Pablo es precisamente ese: que Dios nos considera a todos iguales, y nos ama en consecuencia, a todos por igual, con particular predilección por los que nosotros nos empeñamos en excluir.
El evangelio de Mateo fue escrito para cristianos que habían sido judíos, que podían seguir creyendo que sus privilegios de pueblo elegido seguían vigentes. San Mateo les enseña que ya no es así, que ya no hay privilegios, o que a todos los seres humanos alcanza lo que era exclusivo para ellos. Y se los enseña por medio de la escena que acabamos de leer: unos magos venidos de Oriente preguntan por el recién nacido rey de los judíos, cuya estrella han visto en el cielo.

Cualquier pueblo, cualquier hombre o mujer de buena voluntad, que busque sinceramente el bien, la justicia y la paz, puede verse representado en esos magos orientales que nuestra imaginación cristiana ha dibujado con trazos tan amables. No son las simpáticas figuras del pesebre con sus camellos y dromedarios, con sus nombres exóticos, con el lujo de sus vestiduras y su séquito como de cuentos de hadas. Somos todos los que buscamos la verdad y el amor, los que guiados por ese anhelo, como si fuera una estrella, encontraremos a Jesús, y le podremos ofrecer lo mejor de nosotros mismos, porque reconocemos en ?l al mismo Dios hecho humano.

De esto es símbolo la Epifanía: la manifestación de Dios, del verdadero y único Dios, a todos los pueblos, a todos los seres humanos; no en la potencia de su soberanía, ni de sus exigencias, sino en la debilidad de un niño humilde en brazos de su madre, apenas protegidos los dos por un humilde carpintero. Claro que se puede asumir otra actitud: la del rey Herodes y la de los grandes sacerdotes y sabios de Jerusalén. El primero teme por su reino de codicia y crueldad, tan bien atestiguado por los historiadores. Los segundos temen por las migajas de privilegios religiosos y políticos que les ha dejado el tirano. En todo caso no están dispuestos a adorar como los magos sino a matar, y algún día lo lograrán. Ante nosotros está la escena de la adoración de los magos venidos de Oriente, guiados por una estrella, escena de luces y de sombras, como acabamos de decir. Nos toca asumir una actitud: la de acogernos al amor indiscriminado de Dios, o la de alzar nuestras ambiciones contra la Epifanía de ese amor.

La fiesta de la Epifanía es una ocasión privilegiada para abordar ante el pueblo de Dios el tema del diálogo de religiones, y la reformulación del cristianismo y de su teología a la luz de planteamientos que tengan en cuenta esa pluralidad de religiones. No sería muy evangelizador quedarse encerrados en ese «mito» de los reyes magos, y pensar que fue en ese gesto legendario «como Dios se reveló a los gentiles»… La homilía podría muy bien prescindir por una vez del acostumbrado comentario exegético de los textos, y ofrecer una lección teológica expositiva general sobre el estado de la cuestión.

Puntos interesantes para un desarrollo de la misma podrían ser:
-los tres esquemas teológicos actuales de comprensión del problema: exclusivismo, inclusivismo y pluralismo;
-una pequeña visión histórica del pensamiento exclusivista cristiano («extra ecclesiam nulla salus»)…
-el valor salvífico de las religiones no cristianas;
-el pluralismo de religiones en la historia: ¿un pluralismo de hecho o de derecho?, ¿rechazado, tolerado o querido incluso por Dios?;
-si la pluralidad religiosa es querida por Dios, parece lógico que no debiera ser combatida intentando reducirla a la unidad por medio de la misión proselitista; ¿qué nuevo sentido podría tener la «misión» misionera, si ya no debe ir a «convertir a los infieles»?;

-la llamada «plenitud de la revelación cristiana», ¿es una plenitud cuantitativa o cualitativa?;
-el «privilegio» de ser pueblo «elegido»: ¿cuál es su sentido?, ¿ha habido realmente elegidos?;
-¿hay una religión que es la única verdadera?, ¿en qué sentido?
-todas las religiones son «verdaderas»: ¿en qué sentido?;
-el «proselitismo» es pecado: ¿en qué sentido?;
-sentido actual (y sentidos caducados) de la Misión evangelizadora, etc.

Sugerencia pastoral: ¿por qué no preparar el tema y convocar en la comunidad cristiana un breve cursillo de actualización sobre «Cristianismo, pluralismo religioso y ecumenismo»? La fecha próxima del 25 de enero, con su «semana de oración por la unidad de los cristianos» puede ser una ocasión inmejorable. Es un tema que, sin duda, acogerán con interés los catequistas y agentes de pastoral de la comunidad cristiana; impartirlo será la ocasión para renovar, de paso, muchos conceptos teológicos, y la toda la comunidad cristiana se beneficiará de esta iniciativa de «formación permanente».

Como material de apoyo sugerimos el ya indicado «Teología del pluralismo religioso. Curso sistemático de teología popular», de J.M. VIGIL, El Almendro, Córdoba, 2005, 398 pp. Véase también la «colección Tiempo Axial», http://latinoamericana.org/tiempoaxial

El evangelio de hoy no es dramatizado en la serie «Un tal Jesús», de los hnos. López Vigil, pero puede utilizarse el episodio 135, «Fiesta con los pastores». El guión y su comentario pueden ser tomados de aquí:
http://www.untaljesus.net/texesp.php?id=1600135
Puede ser escuchado aquí:
http://www.untaljesus.net/audios/cap135b.mp3 En la página http://www.untaljesus.net puede buscarse algún otro que también resulte adecuado.

Para la revisión de vida
– El tema del pluralismo religioso, el encuentro de las religiones del mundo, el díalogo religioso?? es un tema afortunadamente «de moda», el tema del futuro, que durante un buen tiempo va a ser el tema religioso del nuevo siglo?? ¿Lo conozco? ¿Hago algo por estudiarlo? Me doy cuenta de que no es un tema sólo «teológico», sino que tiene consecuencias «teologales», que afecta directamente a la imagen que yo pueda tener de Dios, y por eso mismo a mis relaciones con él, de las que dicha imagen es la mediación inevitable? ¿Qué voy a hacer? Propósito: comprar un buen libro sobre el tema

Para la reunión de grupo
– «Revelándose a los magos de Oriente Dios se reveló a los gentiles». Hagamos una crítica teológica de esa afirmación. ¿Es real, es simbólica, es idealista, es histórica? ¿Qué sentido tiene, y qué sentidos no puede dársele?
– ¿Cómo se revela Dios a los «gentiles»?: modos, ocasiones, cauces principales??
– Esa «revelación de Dios a los gentiles», respecto a la revelación cristiana: ¿es igual, es complementaria, es inferior???
– «La religión cristiana es Dios tratando de comunicarse al ser humano; las religiones no cristianas son el ser humano buscando a Dios». Comentar.
– Si Dios se comunica con todos los pueblos a través de su religión, ¿qué sentido tiene la Misión cristiana?, ¿hay que ir a «convertir» a los «infieles»?, ¿hay que plantearlo de otra manera?, ¿cómo?

Para la oración de los fieles
– Para que hoy día, en este tercer milenio, en la época de la mundialización, donde todos los pueblos y religiones nos encontramos inevitablemente, los cristianos tengamos una positiva apertura de acogida hacia todos los hombres y mujeres religiosos de la tierra, roguemos al Señor.
– Para que revisemos nuestra teología con una formación permanente, que nos impida repetir mecánicamente lo que aprendimos en el catecismo infantil, haciéndonos conscientes de que la Iglesia y su teología han avanzado mucho en los últimos tiempos??
– Por los misioneros cristianos en los países no cristianos: para que realicen la misión con un talante de diálogo, de valoración de las demás religiones, de enriquecimiento mutuo, de apertura sincera, sin complejo de superioridad??
– Para que no falten jóvenes, ellos y ellas, que se sientan llamados a dejarlo todo para entregarse enteramente a la tarea de animar el diálogo religioso y la vida de las comunidades cristianas??

Oración comunitaria
Oh Dios, Sabiduría eterna, que te has revelado a los magos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, por caminos desconocidos para nosotros, y que con todos ellos entablas relaciones íntimas de amor salvador: transforma nuestro corazón y nuestra mente para que podamos estar abiertos a descubrirte en todos los pueblos, y todos los pueblos nos hagamos herederos de las riquezas espirituales del Norte y del Sur, del Oriente y del Occidente, hasta que nos encontremos contigo, más allá de toda representación y de toda religión histórica. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos..