El presidente de la Conferencia Episcopal colombiana, Monseñor Luis Augusto Castro, sostuvo que la iglesia persistirá en su lucha contra la despenalización del aborto, aprobada en tres casos específicos por la Corte Constitucional. El prelado sostuvo que históricamente el aborto ha sido considerado como un pecado grave, que es sancionado con la excomunión inmediata por parte de la iglesia.
Monseñor Castro le pidió al gobierno que aborde con la seriedad que corresponde, la reglamentación de la práctica del aborto, y que se eduque a los colombianos frente a las implicaciones de la despenalización parcial de la interrupción del embarazo.
Monseñor Castro pidió que no sean sancionados los médicos que recurran a la objeción de conciencia, para evitar la práctica de abortos a las mujeres que lo soliciten, así lo hagan al amparo del fallo de la Corte.
Sobre la excomunión, monseñor Castro indicó que es una «pena medicinal», que utiliza la iglesia para sancionar a quienes cometen pecados graves, como practicar un aborto, pero aclaró que los violadores de niños y los secuestradores, también son excomulgados.