La letra mata y el espíritu vivifica -- Luis Berger Nisse

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Siempre, he creído que la Asamblea cristiana celebra la presencia del Señor en medio de nosotros.
?Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos??.
Si esta asamblea de bautizados, raza de Dios, es sacerdotal, profética y real; porque entonces de parte de la jerarquía eclesial esta postura lejana, ignorando este ministerio no tolera el ?compartir?? activamente con la asamblea cristiana los sacramentos que son adhesión a esta persona que es Jesús.

Me alegraba mucho de las ponencias y conclusiones del Concilio Vaticano II que enfocaba la vivencia de la presencia actualizada del Señor en medio de su pueblo.
Porque después tanto miedo al pueblo de Dios, a esta dinámica de salvación que no excluye a nadie. El mensaje de Jesús es acogida, misericordia, compasión, perdón. Su proyecto es Vida.

Este es el ministerio que celebraba durante varios años en el Perú, en medio de gente construyendo su futuro, participando con ellos activamente su construcción como Pueblos Jóvenes.

En los años 70, pedí mi reducción al estado laico, casándome con una mujer que poseía el mismo compromiso de entrega y de solidaridad.

Pasaron los años. Hoy tenemos dos hijos que son padres de familia con una hija cada uno.
Ellos me pedían que les bautizara en un ambiente familial.
Hablando con el párroco, respeto a esta celebración y con el permiso del Vicario episcopal del Mallorca, ilusionado, contaba con su complacencia y aprobación. Pero no??No ha sido así.

José Maria Castillo hace resaltar en uno de sus comentarios del Evangelio:
?La estructura de nuestra vida cristiana no es jurídica, sino personal??.

Es decir que la religión de Jesús no consiste en la observación de unas normas legales sino en el seguimiento y la adhesión a su persona.

Estamos hablando dos lenguajes diferentes, uno de derecho y el otro de servicio.

Portals-Nous, el 27 de Abril de 2009