El rincón del peregrino
Oh María, Madre nuestra, no te presentamos con las manos juntas de una imagen de yeso que aleje los corazones.
Hoy te miramos como lo que eres:
una mujer de carne y hueso
que respiró, sudó y sintió el nudo del miedo en la garganta!
Oh María, Madre nuestra,
no te presentamos con las manos juntas
de una imagen de yeso que aleje los corazones.
Hoy te miramos como lo que eres:una mujer de carne y hueso
que respiró, sudó y sintió el nudo del miedo en la garganta. Ver noticia original en …

