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Sobre las Bienaventuranzas se han escrito muchas aportaciones de entendidos teólogos. Yo personalmente y sin menospreciar a nadie, me quedo con una que realizó el teólogo español José Antonio Pagola, pues por su magnífica aportación las hace comprensible, incluso posible. Esta es la aportación que realiza Pagola:
“Quien se acerca una y otra vez a las bienaventuranzas de Jesús advierten que su contenido es inagotable. Siempre tienen resonancias nuevas. Siempre encontramos en ellas una luz diferente para el momento que estamos viviendo. Así resuena hoy en mis las palabras de Jesús. Felices los pobres de espíritu, los que saben vivir con poco. Tendrán menos problemas, estará más atentos a los necesitados y vivirán con más libertad. El día que lo entendamos seremos más humanos.
“Felices los mansos, los que vacían su corazón de violencia y agresividad. Son un regalo para nuestro mundo violento. Cuando todos lo hagamos, podremos convivir en verdadera paz.
Felices los que lloran al ver sufrir a otros. Son gente buena. Con ellos se puede construir un mundo más fraterno y solidario.
Felices los misericordiosos, los que saben perdonar en lo hondo de su corazón. Solo Dios conoce su lucha interior y su grandeza. Ellos son los que mejor nos pueden acercar a la reconciliación.
Felices los que mantienen su corazón limpio de odios, engaños, intereses ambiguos. Se puede confiar en ellos para construir el futuro.
Felices los que trabajan por la paz con paciencia y con fe. Sin desalentar abre los obstáculos y dificultades, y buscando siempre el bien de todos. Los necesitamos para reconstruir la convivencia.
Felices los que son insultados, perseguidos y calumniado por seguir fielmente la trayectoria de Jesús. Su sufrimiento no se perderá inútilmente.
Deformaríamos, sin embargo, el sentido de estas bienaventuranzas si no añadiéramos algo que subraya en cada una de ellas. Con bellas expresiones Jesús pone ante sus ojos a Dios como garante último de la dicha humana. Quienes vivan inspirados en este programa de vida, un día “serán consolados», “quedarán saciados de justicia», “alcanzarán misericordia», “verán a Dios» y disfrutaran eternamente en su reino.” (José A. Pagola, “Las Bienaventuranzas)