Público
“No somos útiles para las víctimas si también estamos en la cárcel”, explica la organización Cristosal, que tras 25 años de trabajo ininterrumpido en El Salvador parte al exilio en un clima de acoso y criminalización.
Tras 25 años de trabajo ininterrumpido en El Salvador, la destacada organización de derechos humanos Cristosal clausura sus oficinas en el país y parte al exilio en un clima de acoso, criminalización y riesgo de cárcel. Ver noticia original en …