¿Quién fue León XIII? El Pontífice cuyo nombre inspiró al nuevo Papa, León XIV -- Leandro Sequeiros

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León XIV, nombre que ha elegido el nuevo pontífice, se refiere en particular a León XIII, papa del siglo XIX y que tuvo un largo pontificado, de 25 años, algo insólito para la época. Se le recuerda sobre todo como un papa dedicado a la llamada “Doctrina Social de la Iglesia”, que se plasmó en su encíclica Rerum novarum, publicada en 1891.

En la tradición papal, la elección de un nombre es un poco anunciar el” programa”, el color o  la dirección que tomará el pontífice recién electo. 
León XIV, nombre que ha elegido el cardenal Prevost, se refiere en particular a León XIII, Papa que tuvo un largo pontificado. A este italiano nacido en 1810, se le recuerda sobre todo como un papa dedicado a las políticas sociales y a la justicia social, la llamada “Doctrina Social de la Iglesia”.
De las numerosas encíclicas que escribió León XIII, sobresale Rerum novarum (Acerca de las cosas nuevas), publicada en 1891, centrada en los derechos laborales de los trabajadores y la importancia de la justicia social.

León XIII, fotografía tomada el 11 de abril de 1878, el año de su elección como sumo Pontífice. © Wikimedia Creative Commons

De su verdadero nombre, Vincenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci, nació en Carpineto Romano, pequeña localidad cerca de Roma, en 1810 y fue el 256º pontífice de la Iglesia Católica bajo el nombre León XIII, desde el 20 de febrero de 1878 hasta su muerte, a los 93 años, el 20 de julio de 1903, un largo pontificado de 25 años, algo insólito para la época.
Como dato curioso, el Papa León XIII, fue filmado en 1896, cuando tenía ya 86 años de edad, convirtiéndose en la persona con la fecha de nacimiento más antigua registrada en una película, siendo también el primer Papa filmado de la historia.  

En abril – mayo de 1896, el inglés William Kennedy Laurie Dickson de la American Mutoscope & Biography Company filmó al Papa León XIII en los jardines del Vaticano. © Dominio público

Era conocido por su sentido del humor, su perspicacia diplomática, pero también su exigencia intelectual y su compromiso con los pobres. Vivió de manera sencilla, sin grandes lujos durante su pontificado.
86 encíclicas sobre temas muy diversos

Durante su largo papado, León XIII escribió 86 encíclicas, buscando respuestas a los retos del mundo moderno. En su encíclica Humanum genus, publicada en 1884, condenó la masonería y  los principios ideológicos en que se apoyaba ésta, especialmente el naturalismo
Falleció en Roma el 20 de julio de 1903; había sido el primer Papa en haber nacido en el siglo XIX, y también fue el primero que murió en el siglo XX. Vivió hasta la edad de 93 años, lo que lo convierte en el tercer papa con más larga vida.[n. 2]?

En el momento de su muerte, León XIII era el tercer papa con más tiempo de pontificado, solo superado por Pedro (entre 34 y 37 años) y su predecesor, Pío IX (31 años). Fue sepultado inicialmente en la basílica de San Pedro; sin embargo, en 1924 sus restos fueron trasladados hasta la basílica de San Juan de Letrán, su catedral como obispo de Roma, y una iglesia en la que tuvo un interés particular.

Documentos de León XIII
Durante su dilatado pontificado se promulgaron numerosos documentos pontificios:[n. 3]?
Encíclica Aeterni Patris
Fue publicada el 4 de agosto de 1879 con el subtítulo Sobre la restauración de la filosofía cristiana conforme a la doctrina de Santo Tomás de Aquino. En este documento urge a las universidades, seminarios y demás instituciones académicas católicas a la recuperación de la doctrina tomista para poder hacer frente a los grandes errores de los tiempos modernos:[11]?

Nos, pues, mientras manifestamos que recibiremos con buena voluntad y agradecimiento todo lo que se haya dicho sabiamente, todo lo útil que se haya inventado y escogitado por cualquiera, a vosotros todos, venerables hermanos, con grave empeño exhortamos a que, para defensa y gloria de la fe católica, bien de la sociedad e incremento de todas las ciencias, renovéis y propaguéis latísimamente la áurea sabiduría de Santo Tomás.

Decimos la sabiduría de Santo Tomás, pues si hay alguna cosa tratada por los escolásticos con demasiada sutileza o enseñada inconsideradamente; si hay algo menos concorde con las doctrinas manifiestas de las últimas edades, o finalmente, no laudable de cualquier modo, de ninguna manera está en nuestro ánimo proponerlo para ser imitado en nuestra edad. Por lo demás procuren los maestros elegidos inteligentemente por vosotros, insinuar en los ánimos de sus discípulos la doctrina de Tomás de Aquino, y pongan en evidencia su solidez y excelencia sobre todas las demás.

Las Academias fundadas por vosotros, o las que habéis de fundar, ilustren y defiendan la misma doctrina y la usen para la refutación de los errores que circulan, Mas para que no se beba la supuesta doctrina por la verdadera, ni la corrompida por la sincera, cuidad de que la sabiduría de Tomás se tome de las mismas fuentes o al menos de aquellos ríos que, según cierta y conocida opinión de hombres sabios, han salido de la misma fuente y todavía corren íntegros y puros; pero de los que se dicen haber procedido de éstos y en realidad crecieron con aguas ajenas y no saludables, procurad apartar los ánimos de los jóvenes.
Colaboró en su redacción el cardenal T. Zigliara, O.P.

Encíclica Humanum genus
Fue publicada el 20 de abril de 1884.
Este documento incluye una condena a la masonería y a los principios ideológicos en que se apoya, especialmente el naturalismo. Critica también el concepto de soberanía popular y la separación de la Iglesia y el Estado .

Encíclia Rerum Novarum
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Fue publicada el 5 de mayo de 1891 con el subtítulo Sobre la situación de los obreros. En esta encíclica, partiendo del pensamiento tradicional aristotélico-tomista, recuerda a los patronos y a los obreros sus obligaciones mutuas de caridad y de justicia:[12]?
Y éstos, los deberes de los ricos y patronos: no considerar a los obreros como esclavos; respetar en ellos, como es justo, la dignidad de la persona, sobre todo ennoblecida por lo que se llama el carácter cristiano.

Que los trabajos remunerados, si se atiende a la naturaleza y a la filosofa cristiana, no son vergonzosos para el hombre, sino de mucha honra, en cuanto dan honesta posibilidad de ganarse la vida. Que lo realmente vergonzoso e inhumano es abusar de los hombres como de cosas de lucro y no estimarlos en más que cuanto sus nervios y músculos pueden dar de sí.

E igualmente se manda que se tengan en cuenta las exigencias de la religión y los bienes de las almas de los proletarios. Por lo cual es obligación de los patronos disponer que el obrero tenga un espacio de tiempo idóneo para atender a la piedad, no exponer al hombre a los halagos de la corrupción y a las ocasiones de pecar y no apartarlo en modo alguno de sus atenciones domésticas y de la afición al ahorro. Tampoco debe imponérseles más trabajo del que puedan soportar sus fuerzas, ni de una clase que no esté conforme con su edad y su sexo. Pero entre los primordiales deberes de los patronos se destaca el de dar a cada uno lo que sea justo.

A los ricos les amenazaba con el juicio divino para que cumpliesen con sus obligaciones para con los obreros:[13]?
Así, pues, quedan avisados los ricos de que las riquezas no aportan consigo la exención del dolor, ni aprovechan nada para la felicidad eterna, sino que más bien la obstaculizan; de que deben imponer temor a los ricos las tremendas amenazas de Jesucristo y de que pronto o tarde se habrá de dar cuenta severísima al divino juez del uso de las riquezas

León XIII se pregunta:[14]?
¿No bastaría por sí solo el sometimiento a estas leyes para atenuar la violencia y los motivos de discordia? Pero la Iglesia, con Cristo por maestro y guía, persigue una meta más alta: o sea, preceptuando algo más perfecto, trata de unir una clase con la otra por la aproximación y la amistad.
Artículo principal: Anexo:Encíclicas de León XIII

León XIII (Carpineto Romano, 2 de marzo de 1810-Roma, 20 de julio de 1903) fue el papa n.º 256 de la Iglesia católica que rigió desde su elección el 20 de febrero de 1878 hasta su fallecimiento, en julio de 1903. Debido a que su pontificado fue muy extenso, es considerable el número encíclicas que publicó, 85; en su número y, especialmente en su contenido, queda de manifiesto su deseo de acercar la Iglesia a las realidades cambiantes del mundo en el que vivió.

Destaca, por otra parte, el elevado número de encíclicas -once[1]?- en que recomienda el rezo del rosario; y la atención pastoral que muestra a ciertos países donde la Iglesia atraviesa una situación difícil.
Se le considera el iniciador de la Doctrina Social de la Iglesia tal como se concibe actualmente, con la publicación de la encíclica Rerum novarum.