Alandar
No damos abasto para escuchar historias sobre esos asuntos y sus protagonistas, omnipresentes en nuestras pantallas, parecen ya como de la familia. Lástima que no hayan leído las historias que siguen porque habrían aprendido mucho de sus personajes.
De Abraham, por ejemplo, cuenta el libro del Génesis que el rey de Sodoma intentó hacer tratos con él pero el patriarca debió olerse algún chanchullo y le espetó: “-Juro por el Señor Dios Altísimo, creador de cielo y tierra, que no aceptaré una hebra ni una correa de sandalia ni nada de lo que te pertenece, para que no digas que me has enriquecido” (Gen 14, 22-23). Ver noticia original en …