Religión Digital
«Quien presenciara nuestra ceremonia de ordenación se daría cuenta de que lo que allí se vivió era un acto pacífico y apacible, que se palpaba la gracia y el cariño que vienen de lo alto y se derraman y rebosan»
«Nadie prohibió expresamente nuestra ceremonia ni esta fue clandestina. Nuestro enfoque radicaba precisamente en mostrar, al mayor número posible, que estamos dispuestas a ponernos al servicio de nuestra Iglesia, a aportarle las cualidades y carismas que cada persona bautizada recibe para bien de la comunidad» Ver noticia original en …