Enviado a la página web de Redes Cristianas
Para mantener su hegemonía y saqueo de América Latina, el gobierno de Estados Unidos necesita de presidentes como Bolsonaro, Milei, Noboa, Boluarte, totalmente sumisos a sus deseos y proyectos. Es lo que está pasando en este momento con Ecuador, Argentina y Perú. No se toca a los grandes capos de la droga porque los necesitan para tener a la población en zozobra.
No les interesa enjuiciar a los que transfieren su dinero por miles de millones en los paraísos fiscales porque ?plata es plata? y ganan intereses. No se investiga a los grandes evasores de impuestos porque benefician a los grandes bancos del norte. No se preocupan por el desempleo masivo que mantiene a la gente con hambre, desesperación y a los jóvenes sin futuro??
Para todo esto tienen una nueva generación de políticos fascistas, mentirosos y sumisos: Es la nueva colonización en marcha. Tienen también adquiridos a sus intereses los medios de comunicación comerciales para que presenten con manipulaciones agradables y beneficiosas las condiciones impuestas por el FMI (Fondo Monetario Internacional): aumento del IVA (Impuesto al Valor Agregado), de los impuestos, de los combustibles, de la luz eléctrica. Insisten en los apagones y el mal funcionamiento de IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) para que aceptemos sus privatizaciones??
A nuestro presidente le hemos dicho en la consulta ?sí?, 9 o 11 veces ?sí? para que nos siga castigando de esas maneras y muchos lo aplauden ?? ¡El colmo de la ignorancia! Nos enjaulan y les agradecemos, adictos al televisor o al celular sin darnos cuenta que se burlan de nosotros, hundiéndonos más en el desempleo, la inseguridad y la corrupción.
¿Cuándo nos pareceremos a Brasil que, al elegir a Lula da Silva, despidió a Bolsonaro, a Honduras que eligió a Xiomara Castro, o a Colombia que, para desplazar a los fascistas de siempre, votó por Gustavo Petro y Francia Márquez? Ni nos parecemos a los argentinos que manifiestan masivamente en todo el país contra Milei, ni a los peruanos que buscan el regreso de Pedro Castillo. Aquí se traslada el feriado del 1 de mayo al fin de semana para tener un día más de paseo, boicotear las marchas de las y los trabajadores y desempleados?? y no pasa nada.
Las voces de alerta y los caminos alternativos existen, pero no son noticias relevantes. Pasó desapercibida la intervención del monseñor Luis Cabrera en un Encuentro Latinoamericano de las Escuelas Católicas: ?La violencia es un síntoma de algo más profundo?? Todos somos ecuatorianos, no solo las personas que hoy comen, sino las que no comen?? Son problemas estructurales vienen de décadas atrás, con pueblos completamente abandonados…
Necesitamos expresiones reales que no se queden en un sentimentalismo, una quimera, un sueño lejano, sino las personas seguirán muriendo de hambre si nada hacemos?? Invitamos a las entidades estatales y la sociedad civil a unir fuerzas, voluntades y corazones, para que las personas puedan recuperar la paz.??
Recordemos las insistencias del papa Francisco para una sustitución del sistema neoliberal:
?El dinero está en contra de los pobres, y además en contra de los inmigrantes y los refugiados.
Necesitamos derribar muros y construir puentes que permitan disminuir las desigualdades y aumentar la libertad y los derechos. Más derechos y mayor libertad.
La política es la forma mayor de la caridad.
La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el Bien común.
El futuro no está en mano sólo de los dirigentes y las elites, está finalmente en los pueblos, en su capacidad de organizarse y en sus manos que riegan.
Ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y hacen mucho. Me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran medida, en sus manos. ¡No se achiquen!
La Iglesia ?se abaja? para ponerse al servicio de los hermanos????
Tal vez no nos sentimos responsables de esta situación catastrófica porque hay ?grandes pescadores? nacionales y extranjeros que vienen a pescar ?a río revuelto? en nuestro país, y sacan grandes beneficios a costa nuestra. Pero si no hacemos nada para comenzar a revertir esta situación de caos, pasamos a ser cómplices de ella. Más esperamos para hacer algo, más peor se va a poner. O ¿esperamos que otros resuelvan nuestros problemas? Tenemos que preguntarnos: ¿Cómo, en mis actitudes, dejó el individualismo ganarle a la solidaridad? ¿Cómo dejó la violencia personal ganarle a la empatía o simpatía? ¿Cómo acepto que la corrupción también me manche a mí mismo?
Luego viene una segunda etapa para vencer al ?monstruo? que nos devora: la unión con otros que no aceptan esta situación indigna que ya empezaron a luchar contra ella desde la familia, la profesión, el barrio, la ciudad y el país. Conozcamos estos luchadores semejantes a mi: vecinos, compañeros de trabajo, responsables de organizaciones. Sólo juntos, unidos, organizados y activos, podremos empezar a detener lo que destruye nuestro país y nos destruye a nosotros. Aprendamos a creer en nosotros, en nuestras capacidades: no hay pequeña acción que sea inútil. Empecemos por la amistad, es decir, las relaciones amables y agradables de los unos con los otros.
Renovemos también nuestra espiritualidad, esta fuerza de vida y de amor más grande que nosotros que viene de Dios. Si somos cristianos, sigamos el ejemplo de Jesús de Nazaret que comenzó a hacer realidad el Reino de Dios con sus paisanos pobres de Galilea. Terminó maltratado y crucificado, pero sabemos que resucitó, porque su testimonio y su espíritu empujaron a otros a continuar. Ahora nos toca a nosotros a ?tomar la posta?.