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Fue alrededor del año 70, al final de unas cuatro décadas de predicación apostólica. Durante estas cuatro décadas, según el autor Rafael Aguirre, en su libro ?Del movimiento de Jesús a la Iglesia cristiana??, el cumplimiento íntegro del mensaje cristiano (repasemos el texto de Jesús en el tipo de crónica del supuesto Juicio Final), ese cumplimiento creaba problemas en el interior de las familias.
Porque, si una persona cristiana, en una familia que no lo eran (imaginemos más bien conversiones de gente joven) quería ayudar personas necesitadas, no podía hacerlo, porque los recursos de la familia eran ?muy controlados?? por el abuelo. Había rupturas familiares por esta causa.
La gente ?juiciosa?? opinaba que la formación cristiana que se daba a los jóvenes tenía que ser más ?laxa??, para que hubiera más ?paz??.
Y conforme la generación de los apóstoles se fue extinguiendo, predominaron los criterios más laxos de la gente más ?sensata??.
¿Cuáles fueron las pautas de la reforma del cristianismo?: Escritura de varios libros, para que fueran una base segura y fija (los apóstoles no habían escrito y, más bien, enseñaban de memoria sobre los hechos vividos ya hacía tiempo; la excepción fue Pablo, que era escritor nato; pero se ocupaba más de cuestiones sobrenaturales que no de predicar un buen comportamiento diario.
Los libros fueron los tres evangelios llamados sinópticos (de Mateo, Marcos y Lucas) y el libro ?Hechos de los apóstoles??, que dicen que es de Lucas.
Este libro dio la pauta de la forma ?laxa?? que se daría ahora al comportamiento de los cristianos: fue en el pasaje de Hechos, cap 2: 37-38. Los convertidos de la primera predicación preguntaban: Hermanos, ¿qué tenemos que hacer? Y Pedro ?dicen?? que les responde: ?Convertíos, y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo para obtener el perdón de los pecados, y así recibiréis el don del Espíritu Santo.?? Pedro ya había muerto, cuando se escribió esta gran mentira.
Sin embargo, en el principio del evangelio de Lucas, hay una narración en la cual Juan Bautista (precursor de Jesús), ante una pregunta similar
(Así, pues, ¿qué tenemos que hacer?), responde: ?Quien tenga dos túnicas, que dé una a quien no tenga ninguna. Y quien tenga alimentos que también los comparta?? (Lc 3: 10-11). Nos ahorramos declarar que ambos textos, o respuestas, los escribió la misma persona, Lucas, según dicen.
Así, pues, lo que tenía que hacer una persona cristiana era tan solo bautizarse. Esto era una cosa muy ?laxa??. I… todavía lo es, para la gran mayoría.
Todas las otras reformas que se han hecho a lo largo de la Historia han sido más bien de temas secundarios.