Alberto Hurtado, el cuerpo místico de Cristo y su mensaje a los trabajadores de Chile (III) -- Alonso Ignacio Salinas García, encargado jurídico constitucional de la comisión chilena de Derechos Humanos (CCHDH).

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V.- Desafíos del Sindicalismo para Alberto Hurtado
Por último, respecto al porvenir del sindicalismo, Alberto Hurtado, en el capítulo XXV de su obra maestra, ?Sindicalismo: Historia, Teoría y Práctica??, nos comenta los desafíos que se enfrentará el sindicalismo, de los cuales, a pesar del paso del tiempo, están más vivos que nunca y nos compelen, especialmente a los representantes del pueblo trabajador, a tomar cartas en el asunto.

El primer gran desafío que afrontará la organización de la clase trabajadora es el cambio estructural de la economía, el sindicato deberá adaptarse a las nuevas modalidades de la economía moderna; las nuevas formas de relaciones laborales y la complejización del reparto de la renta nacional(37). Situación que actualmente cobra lúcidamente una manifestación en la llamada ?uberización de la economía??(38) y la ?financiarización del mercado??(39).
Asimismo, el segundo desafío que se enfrentará el sindicalismo, según Alberto Hurtado, es la sobrevivencia de la democracia y la legitimidad de las instituciones políticas.

El sacerdote jesuita se preguntó ?¿la democracia política será capaz de realizar la democracia económica???; pues de no hay democracia integral sin una ordenación de la economía a la verdad y la justicia, de caso contrario, la democracia se degenera en un ejercicio nominal y se arriesga a caer en el caos social y al declive de esta. La fuente de los males sociales del modelo liberal arriesga la convivencia pacífica, la dignidad de la persona y la estabilidad de las naciones. Si los sindicatos no son lo suficientemente maduros, según el santo chileno, para asumir su rol de representación del trabajador, capacitación de este y desarrollo del porvenir, las bases de la democracia política se verán dañadas(40).

Justamente este desafío parece que no fue posible abordarlo en nuestro país tras la vuelta a la democracia, en gran medida, podemos decir que la falta de democracia económica es causante del 18 de octubre y la crisis estructural por la que pasa nuestro país(41).

Al respecto, el tercer desafío que señala Hurtado está directamente relacionado con estos desafíos anteriores; pues no podrá enfrentar el sindicato estos desafíos si sus dirigentes sindicales no poseen una capacidad y sólida formación. Quien cumple los roles de dirección, guía y formación en el movimiento sindical debe conocer de fondo los problemas económicos y sociales del país e incluso de las naciones extranjeras; debe tener una conciencia renovada a la luz de los criterios claros, precisos e imperecederos de la justicia para conocer las cosas por sus causas últimas(42). Asimismo, deberá tener la debida cercanía y contacto con las bases de los asociados, pues sin aquella condición el movimiento sindical se desvanecerá en el oportunismo o la ineficacia; las bases sindicales son el tronco del devenir social(43).

Igualmente, junto aquella necesidad de formación y conocimiento del dirigente sindical, como también, de la unidad y contacto con los sindicados, Alberto Hurtado, nos señala otro gran desafío, vinculado con lo expuesto sobre las diversas doctrinas sindicales que describe el jesuita, la necesidad de independencia y autonomía del sindicato.

El santo chileno se refiere a la independencia y autonomía política no el malentendido de ?apoliticidad?? o indiferencia a los problemas de la Patria. Por el contrario, el sindicato tiene que cumplir un rol preponderante en la comunidad política; para lo cual requiere de la independencia y autonomía respecto a la intervención de los partidos políticos que subyuguen al movimiento sindical y lo asfixien tomando todo su ímpetu en intereses mezquinos de la competencia electoral, sacrificando la unidad de la clase trabajadora, su defensa y la promoción del trabajador como persona para su realización(44).

Según Alberto Hurtado, el sindicato al cumplir una función estrictamente económico-social en favor del bien común representando, defendiendo y promoviendo al trabajador asociado. A través de la promoción de la capacitación, ahorro y propiedad individual, como también, la edificación de una nueva sociedad que sea acorde a la justicia y reemplace las actuales estructuras fundadas en la economía liberal, fuente de los males como la lucha de clases. Buscando llevar a la clase trabajadora a su porvenir social. Posee un carácter esencial que debe respetarse: su autonomía a los partidos políticos; de lo contrario, perdería su carácter técnico, su funcionamiento democrático, su unidad y búsqueda de la justicia social(45).

Dicho principio de funcionamiento no contradice la posibilidad de llegar a acuerdo de apoyo a causas concretas, de formación y difusión de las doctrinas de los diversos partidos o la participación de sus militantes en las direcciones del movimiento obrero, en medida que no altere ni afecte los fines de la asociación de trabajadores.
Este desafío nos hace reflexionar sobre la situación actual del sindicalismo y la relación que puede haber entre su crisis de legitimidad y el incumplimiento del principio de autonomía o independencia partidaria.

Finalmente, el gran desafío del movimiento sindical es no olvidar nunca su misión de transformación del mundo económico en que vivimos para dar lugar al nuevo porvenir de fraternidad, justicia y caridad. De lo contrario el movimiento obrero pasará a ser un movimiento atrapado en el reformismo recalcitrante o el oportunismo que denuncia Albero Hurtado(46).

Alonso Ignacio Salinas Garcia
Primer Secretario General de la Juventud de la Izquierda Cristiana de Chile.
Directivo de la Asociación Chilena de Amistad con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Columnista de ?Reflexión y Liberación?? y el ?Diario Constitucional??.
Estudiante de Derecho Pontificia Universidad Católica de Chile.
Ex-Asesor del Convencional Constituyente Roberto Celedón, Distrito 17.

Citas
(1) Carta de Bernabé, Cap. 19, num. 8. Siglo I d.C.
(2) Alberto Hurtado. Distribución y uso de la riqueza, conferencia del Padre Hurtado en la Concentración Nacional de Dirigentes del Apostolado económico- social, 1950.

(3) Juan Crisóstomo, santo y padre de la iglesia católica, ortodoxa, anglicana y luterana. Homiliae in I Corinthii, XX, 3. Siglo IV d.C.
(4) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Sindicalismo, Historia, Teoría y Práctica (Santiago de Chile, Ediciones Universidad Alberto Hurtado), pp. 30-31.
(5) Vid. Hurtado, Alberto (2016): Ibid.
(6) Vid. Hurtado, Alberto (2016): Ibid.
(7) Cfr. Pío XI (1931): Quadragesimo anno, 69.
(8) Gregorio Magno, santo y padre de la iglesia católica, ortodoxa, anglicana y luterana. Sexagésimo cuarto romano pontífice. Regula pastoralis III, 21:PL 77, 87. Siglo VI d.C.

(9) Cfr. Juan Pablo II (1981): Laborem exercens, 4.
(10) Cfr. Juan XXIII (1961): Mater et magistra, 51-52.
(11) Leon XIII (1891): Rerum novarum, 35.
(12) Vid. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., p. 41.
(13) Vid. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 44-46.
(14) Vid. Hurtado, Alberto (2016): Ibid.
(15) Vid. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 41-44.
(16) Vid. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 47-48.
(17) Vid. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 49-50.
(18) Vid. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 51-52.
(19) Vid. Lefort, Claude (2010): Maquiavelo. Lecturas de lo Político (Madrid, Trotta).
Vid. Laclau, Ernesto y Mouffe, Chantal (2015): Hegemonía y Estrategia Socialista. Hacia una Radicalización de la Democracia (Ciudad de México, Editorial Siglo XXI).

(20) Vid. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 53-60.
(21) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., p. 53.
(22) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., p. 54.
(23) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 54-55.
(24) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., p. 55.
(25) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 56-59.
(26) Sufrimiento Cristiano, Fundación Alberto Hurtado. Disponible en: https://padrealbertohurtado.cl/sufrimiento-cristiano/. Fecha de consulta: martes 15 de noviembre de 2022.

(27) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 59-60.
(28) Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz, 2004, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 121, pp. 100-101.
(29) Op. Cit., 122, p. 101.
(30) Vid. Berdiaev, Nicolas (1978): El Sentido de la Creación (Buenos Aires, Carlos Lohlé).
(31) Hurtado, Alberto (2004): Humanismo Social (Santiago, Fundación Alberto Hurtado), p. 93.

(32) Cfr. Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz, 2004, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 307.
(33) Tomás de Aquino: Summa Theologica, 1-2, q. 114, a. 1.
(34) Alberto Magno: Super Ethica, V, 7, 343-5.
(35) Cfr. Pío XI (1931): Quadragesimo anno, 45
(36) Henry of Ghent: Quodlibet I, 40, in Opera Omnia, V, 222.
(37) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 263-264.

(38) ?Uberización?? es un neo-eufemismo que se refiere a la utilización de plataformas digitales y aplicaciones móviles, a fin de facilitar transacciones peer-to-peer entre clientes y proveedores de un servicio, a menudo sin pasar por el papel de planificación centralizada de corporaciones. Este término se deriva del nombre de la empresa ?Uber??. La compañía desarrolló una aplicación móvil que permite a los consumidores enviar una solicitud de viaje que luego se enruta a los conductores de Uber, que usan sus propios automóviles.

Produciendo una relación ?no-laboral?? donde la plataforma y el proveedor no asumen los riesgos ni la protección social del intermediario que transporta o realiza servicios por sus propios medios, riesgo y costos.
Vid. Serrano García, Juana María (2017): ?La Uberización del Trabajo, Una Forma Más de Violencia Laboral?? en Los Actuales Cambios Sociales y Laborales. Nuevos Retos para el Mundo del Trabajo, Libro IV, Lourdes Mella Méndez (dir.) (Berna, Peter Lang Publishing).

(39) Las operaciones en los mercados monetarios y financieros han dejado de ser fundamentalmente la contrapartida de los intercambios de bienes y servicios, respondiendo ahora, casi exclusivamente, a la búsqueda de protección, por parte de los agentes económicos, respecto de las fluctuaciones de los tipos de cambio y de interés.

Nueva forma de funcionar el mercado produciendo grandes oligopolios; una expansión de las inversiones ajenas a la economía real debilitando el crecimiento general de la economía (reduciendo la rentabilidad directa del mercado productivo, produciendo que no crezca el empleo, aumente el paro, se expanda la precariedad, se estanquen los salarios reales y otros); produciendo una desigualdad de la renta aun mayor de la existente anteriormente y; desestabilización del sistema de pagos internacional (afectando directamente la liquidez, la seguridad social y las políticas públicas de los Bancos Centrales).

Vid. Amin, Samir (2010): ?¿Crisis Financiera? ¿Crisis Sistémica??? en Crisis Financiera, Económica y Sistémica (Madrid, Mai Ediciones), pp. 13-24.
(40) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Ibid.
(41) Vid. Jouannet Valderrama, Andrés (2020): Golpe al Estado. El Octubre Chileno (Santiago de Chile, Fundación Konrad Adenauer Stiftung).
(42) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 264-265.
(42) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Ibid.
(43) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Ibid.
(44) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., p. 81.
(45) Cfr. Hurtado, Alberto (2016): Op. Cit., pp. 265-266.