El Papa arremete contra el divorcio en la Francia de Sarkozy -- V.V.

0
60

El Plural

El presidente francés, casado en tres ocasiones, lo recibió por todo lo alto el viernes
Nicolas Sarkozy recibió por todo lo alto al Papa, que ha pasado cuatro días en Francia, entre París y el santuario de Lourdes. Benedicto XVI está encantado con la idea de ?laicidad positiva?? que propugna el presidente francés, sin embargo a juzgar por su discurso pronunciado en el macro santuario, hay algo que no estaría dispuesto a darle la comunión. Su pecado, sus dos divorcios y su tercer matrimonio civil con Carla Bruni. El Papa Ratzinger se ha encargado de dejar bien claro que quienes rompen su matrimonio no tienen ni siquiera derecho como católicos a comulgar.

Pese a que los divorciados no cuentan con la aprobación de la Iglesia, no fue impedimento para que el presidente de la República francesa y su tercera mujer recibieran a a Benedicto XVI con todos los honores en el aeropuerto a su llegada a Francia, para hacer una visita pastoral en el país laico por excelencia. El Papa comparte con el presidente francés la idea del ?laicismo positivo??, sin embargo no parece dispuesto a pasar por alto que el dirigente no es un católico de primera. Este domingo, durante su estancia en Lourdes, en una conferencia con 170 cardenales y obispos, el Sumo Pontífice recordó que los divorciados tienen expresamente prohibido recibir la comunión.

«Indisolubilidad del matrimonio»?La Iglesia, que no puede oponerse a la voluntad de Cristo, mantiene firmemente el principio de la indisolubilidad del matrimonio y no pude aceptar las uniones ilegítimas??, advirtió, recordando que los sacerdotes que permiten comulgar a católicos que han vuelto a casarse por lo civil están infringiendo las normas eclesiales.

No bendecir a los divorciados
Matizó, eso sí, que pese a negar la comunión a los divorciados, se les puede proporcionar afecto y comprensión. Sin embargo, no se les debe ?bendecir?? de ningún modo, puesto que ello ?podría dar la impresión de que han existido nuevas nupcias sacramentalmente válidas e inducir a error sobre la indisolubilidad del matrimonio??.

Leyes que «relativizan»
Según el Sumo Pontífice, ?las leyes han relativizado en varios países la naturaleza de la célula primordial de la sociedad, que es la familia y que está sometida hoy a toda suerte de borrascas??. En este sentido, Ratzinger apuntó que el del matrimonio es un ?problema particularmente urgente?? para la Iglesia, ya que en la mayoría de los países esta institución se ha adaptado ?a las costumbres y a las reivindicaciones de personas y grupos particulares más que a promover el bien común de la sociedad??.

Mantener los principios «a contracorriente»

En la misma línea, el Papa criticó que ?la unión estable entre un hombre y una mujer ordenada a construir una felicidad terrenal con el nacimiento de los hijos ya no es, en la mente de algunos, el modelo de compromiso conyugal??. Por eso, Benedicto XVI animó a los obispos y en general a los católicos a ?mantener, incluso contra corriente, los principios que constituyen la fuerza y la grandeza del sacramento del matrimonio??.