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Medellín, junio 9 del 2021
Apreciado Hermano Francisco:
Aunque ya le he escrito varias cartas, solo he recibido su silencio. Pero el silencio también habla. Silencio que no es suyo, sino de la Curia romana, eso está más que claro.
Desde que empezamos a indagar por el sacerdocio femenino, su respuesta ha sido la misma: ?la puerta está cerrada??, basándose en la Carta Apostólica del Papa Juan Pablo II: Mulieris dignitatem, del 15 de agosto/88. Si es solo una puerta, hay esperanza de que algún día tarde que temprano, esta se abra, la llave debe de estar por ahí, usted debe saber dónde se encuentra. Si es por lo que hay escrito en los documentos del CIC estructurado en el año 1988, bajo la Constitución Apostólica Pastor Bonus reitero, en el pontificado de Juan Pablo II, tanto en el 2007 la CDF decreta el Canon 1378 referente a Latae Sententia, solo lo hace público en mayo 30/2008.
Llevamos 881 años del Decreto Graciano en que se decreta que las mujeres no somos imagen de Dios, 33 años de la ?cerrada la puerta?? y 13 años de Latae Sententia. Documentos todos de puño y letra del sistema patriarcal, menos de la mano de Dios, porque Dios no comete errores, no margina, ni discrimina a ser humano alguno, menos a sus hijas creadas a su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27).
Francisco, acabas de perder brillante oportunidad; el 1º de junio/21 de reformar el CIC en el Libro VI Canon 1379 para corregir la forma errónea del ?delito grave?? menos revisó el Canon 1329 en que se equipara la ordenación de mujeres con quienes están señalados y acusados por su actitud pedofilia-criminal.
Esto ya es el colmo. No le parece demasiado cruel, infame el que dicha ley misógina hecha por hombres es un insulto degradante, no sólo para las mujeres llamadas al Orden Sagrado, sino para toda la Iglesia Pueblo de Dios: ?Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús?? Gálatas 3:28.
El Movimiento Internacional de Presbiteras Católicas Romanas, al que pertenezco, ya cuenta con el apoyo de millones de hombres y mujeres católic@s quienes estamos rechazando esta continua discriminación del Vaticano contra las mujeres, ahora con mayor razón cuando el llamado de Dios a las mujeres ha sido decretado como acto criminal.
Nuestra propuesta va más allá de la ley, por encima del CIC y la CDF, (Mateo 5:17-19). Si aceptamos, vivimos y practicamos la ley de Dios, que es AMOR, ¿para qué la ley religiosa?
El Pueblo de Dios, nos busca, le atendemos, servimos y compartimos con él,
Lo básico de la vida humana y cotidiana: amar y servir a Dios. Servimos dentro de la Iglesia en igualdad y justicia. Respondemos con alegría al llamado del Espíritu a crear nuevos caminos para la renovación espiritual y la transformación estructural en nuestra Iglesia que afirman a las mujeres como imágenes iguales de lo Divino en nuestro mundo.
Con mi respeto y afecto me permito dejarle estos comentarios. Cuenten con nuestras oraciones para que la Divina Sabiduría, la Ruah, le inspire, le acompañe y le guarde.
Reciba mi abrazo y saludo sororal.
Fraternalmente,
Olga Lucia Álvarez Benjumea
Presbitera Católica
COLOMBIA