Del viaje de Francisco a Irak bien estará que perduren los discursos y las fotos de encuentros con dirigentes políticos o religiosos. Pero hay algo que me parece más importante conservar: la imagen y el recuerdo de sus encuentros con el padre de Aylan y con Doha Sabah Abdalah, víctimas del crimen de la guerra siria y del crimen del terrorismo islámico.
La foto del niño de tres años ahogado en una playa turca dio la vuelta al mundo y nos produjo una pequeña sacudida pero ya nos habíamos olvidado de ella. Tampoco nos dijeron que su padre había perdido además a otro hijo de 5 años y a su esposa. Por impactante que pareciera, ver solo la foto del cuerpo del niñito inmóvil en la playa no es lo mismo que haber visto nacer y crecer a aquella criatura inocente, para encontrárselo después así. Lo que habrá pasado por el corazón de aquel pobre hombre serio, no lo sabremos nunca.··· Ver noticia ···
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