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Hoy domingo de Pascua, les quiero compartir, lo que he reflexionado. Desde anoche vengo viendo los comentarios que han salido de diferentes personas, la verdad sea dicha, han sido muy buenas, ¡han hablado desde el alma! Aunque no pretendo hacer competencia, la homilía de Francisco, hombre que por su entrega y testimonio nos sabe llegar con su mensaje y mueve hasta los cimientos, esta no ha tenido desperdicio.
Me dicen que hay una nueva Comisión investigando y estudiando sobre la sacramentalidad del diaconado femenino. Nos han dicho los estudiosos de las cosas de Dios, que la palabra ?sacramento?? significa ENCUENTRO. Leyendo y releyendo el Evangelio de hoy, que es una joya, para nosotras las mujeres, me pregunto: ¿por qué en este texto no puede verse la ?sacramentalidad?? de las mujeres en ese prepararse, movilizarse para ir hacia el encuentro con Jesús, sirviéndole y dándole a conocer?
Las mujeres siempre tuvieron y vivieron con Jesús esa sacramentalidad, de la que se está hablando y que la están buscando. Es más, hubo tanta confianza en ese encuentro que Jesús no tuvo reparos en entregarles a ellas, ni más ni menos que su mensaje de Resurrección. Génesis y base del cristianismo.
Creo que están buscando la sacramentalidad de las mujeres en el lugar equivocado. Dicen que es una disposición normativa de la Iglesia. Luego esto no una norma divina intocable, ha sido una norma de origen humano, patriarcal y machista. ¿Por qué lo digo? Porque la Iglesia como institución no ha sido sinodal, y está formada solo por los varones. Con lo cual no hay cabida para nosotras las mujeres. Además, es una norma mal presentada, y contradictoria, porque nos han hecho creer que todos/as somos Iglesia, pero a la hora de la hora, ningún laico/ca sea hombre o mujer, no hemos sido tenidos en cuenta, para una verdadera sinocidad dentro de la Iglesia, a fin, de construir el Reino de Dios, desde la equidad e igualdad, sin sexismo, sin racismo, sin discriminación, sin marginación, sin odio y sin violencia.
Tarde que temprano, querámoslo o no, cada vez las mujeres tomamos consciencia del empoderamiento que se nos ha dado para anunciarle y darle a conocer. Quitándonos de encima la piedra del oscurantismo y de la muerte, sin miedos, sin complejos. La responsabilidad nos asusta, nos pone nerviosas, Mac 16:8. Pero Jesús insiste y le toca a María Magdalena, en nombre de todas asumir el compromiso y llevar el mensaje a los suyos, Mac 16:10. Los señores, al escuchar la noticia de que estaba vivo, no le creyeron, Mac 16:11). El resto de la Historia, espero no contárselas sobre lo que[WU1] ha pasado hasta nuestros días, ustedes la saben mejor que yo, y la han vivido.
Unámonos para arrojar lejos de nosotras, la piedra del feminicidio, de la desigualdad, violencia intrafamiliar, démonos prisa para dignificarnos con la Palabra de Dios, y salgamos con gozo al mundo a anunciar su mensaje.
FELIZ PASCUA, DEMOS EL PASO, PARA ANUNCIAR SU MENSAJE.
FELIZ PASCUA,DAMOS EL PASO PARA ANUNCIAR SU MENSAJE. ALELUYA!!!
*Presbitera católica romana.