CUMBRE EUROAFRICANA PARA EL DESARROLLO Y LAS MIGRACIONES

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Llamamiento:
A la atención de los ministros participantes en la conferencia ministerial euro-africana «Migración y desarrollo»
Paris, Copenhague, el 10 de julio del 2006 – La Federación internacional de las ligas de los derechos humanos (FIDH), la Plataforma Euromed y la Red euro-mediterránea de los derechos humanos (REMDH) recuerdan a los Ministros que participan a la Conferencia ministerial euro-africana sobre «Migraciones y Desarrollo» que todas las políticas migratorias deben garantizar y proteger normas universales relativas a los derechos de los emigrantes y refugiados.

Las migraciones se convirtieron en un fenómeno internacional que interesa el planeta entero. Ya no se confinan a los flujos sur/norte sino también conciernen países de emigración, que se han convertido en países de tránsito o de recepción.
Son la consecuencia, en primer lugar, de los conflictos armados de toda clase, lo que explica que los y aquéllas que huyen de estas situaciones buscan en primer lugar refugio en países limítrofes. Son también la consecuencia de las persecuciones o discriminaciones en razón de una pertenencia étnica, religiosa o política. Resultan, aún, de la imposibilidad, cualquieras que sean las razones, de construir un futuro.

Las migraciones irán amplificándose tanto es cierto que las razones no desaparecerán, que se inscriben en una evolución de los intercambios difícilmente compatible con el inmovilismo de los hombres y que son uno de los elementos que pueden permitir un mejor acceso al conocimiento y a las riquezas.

Conviene pues dejar de reservar a las migraciones un tratamiento puramente policial y tenerlos en cuenta como un elemento natural de los intercambios entre las distintas sociedades. El derecho de los Estados a decidir de la recepción de los extranjeros no puede traducirse en una casi prohibición de circular entre los países, solo fuese por razones profesionales, familiares o turísticas.

En este contexto, y mientras que los Estados participantes a la conferencia de Rabat prevén adoptar un plan de acción contra la inmigración clandestina, la Federación internacional de las ligas de los derechos humanos (FIDH), la Plataforma Euromed y la Red euro-mediterránea de los derechos humanos (REMDH) recuerdan firmemente que las políticas migratorias deben estar basadas en el cumplimiento de las normas universales de los derechos humanos y de los convenios relativos a los derechos de los emigrantes y refugiados. Estos derechos, garantizados por las normas universales, se aplican a los trabajadores emigrantes en situación regular, como a los en situación irregular.

1. Los firmantes lamentan, en primer lugar, que los Estados participando en la conferencia de Rabat hayan descartado la cuestión del asilo del orden del día de su reunión, dejando así entender que las dinámicas migratorias actuales (entre las cuales las que fueron la causa de la conferencia) serían solamente y estrictamente de carácter económico. A la imagen de otras regiones perturbadas del mundo, África conoció y vive aún crisis políticas y conflictos que desembocan en graves violaciones de los derechos humanos con «efectos devastadores». Lejos de ser solamente emigrantes económicos que huyen de la miseria y de la extrema pobreza, los emigrantes africanos de hoy son a menudo refugiados que huyen de la opresión, acogidos en primer lugar y esencialmente en los países vecinos.

Es una obligación internacional y un deber humano elemental la acogida de los de entre ellos quien, al riesgo de su vida, empiezan el viaje que los trae sobre las orillas norte del continente – y que solo constituyen una minoría -. Los firmantes constatan a este respecto que muchas de las personas interesadas no pueden acceder a la determinación del estatuto de refugiado y que, especialmente en los países del sur del Mediterráneo, el reconocimiento de este estatuto no implica la atribución de ningún derecho.

Queremos recordar la especificidad del derecho de asilo que no puede ser tributario de las políticas migratorias. Esto debe conducir a respetar plenamente el Convenio de Ginebra sobre los Refugiados y las obligaciones que derivan de ello.

Los Estados deben reconocer el papel y a la autoridad de la Alta Comisaría a los Refugiados (ACNUR) al mismo tiempo que este último debe ejercer sus funciones de acuerdo con la misión que es suya y no respecto a los intereses de los Estados. A este respecto, las ONG firmantes recuerdan que dos de los Estados participando no ratificaron el Convenio relativo al estatuto de los refugiados de 1951. En muchos Estados partes al Convenio, los medios institucionales de gestión y de tratamiento individualizado de las solicitudes de asilo así como de los dispositivos humanitarios básicos carecen de manera obvia.

2. La FIDH, la Plataforma Euromed y la REMDH constatan que las legislaciones sobre la entrada y la estancia de los extranjeros en Europa se vuelven cada vez más coercitivas. Implican la aprobación de legislaciones de misma naturaleza en los países del sur, a los efectos tanto más preocupantes que se aplican a menudo en un contexto donde la garantía de los derechos más elementales no está garantizada. Llamamos a los Estados que participan en la conferencia de Rabat a volver de nuevo a un «derecho común» que garantice a los emigrantes, cualquiera que sea su situación, el respeto efectivo de los derechos y libertades de los cuales nadie puede estar privado.

Pedimos expresamente a los Estados que participan en la conferencia de Rabat de modificar sus legislaciones para permitir a los emigrantes ejercer sus derechos.
Pedimos que ningún acuerdo inter-estatal pueda ser concluido sin asegurarse de que estos derechos sean plenamente respetados.

Las ONG firmantes destacan con inquietud que sólo 10 de los 58 Estados que participan a la conferencia, y entre ellos ningún Estado europeo, ratificó el Convenio internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores emigrantes y de los miembros de su familia.

Este Convenio estipula que todos los trabajadores emigrantes incluso en situación irregular tienen, inter alia:
– el derecho a no ser objeto de ninguna medida de expulsión colectiva (articulo 22),
– el derecho a ser protegido de toda forma de tortura u otro tratamiento cruel, inhumano o degradante (articulo 10),
– el derecho a la vida (articulo 9),
– el derecho en caso de detención de ser juzgado por un tribunal competente, independiente e imparcial, con todas las garantías de un pleito equitativo (articulo 18),
– el derecho a la libertad y a la seguridad, la protección efectiva del Estado contra la violencia, los daños corporales, las amenazas e intimidaciones, tanto por parte de funcionarios como de particulares, de grupos o instituciones (articulo 16),
La FIDH, la Plataforma Euromed y la REMDH llaman pues el conjunto de los Estados que participan a la conferencia de Rabat a ratificar el Convenio internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores emigrantes y de los miembros de su familia.

3. La FIDH, la Plataforma Euromed y la REMDH lamentan la voluntad de los Estados que participan a la Conferencia de tener a la sociedad civil alejada de sus trabajos. Mientras que ésta es uno de los elementos esenciales para luchar contra el racismo y la xenofobia y para acoger mejor los emigrantes, la negativa de los Estados interesados a oír a la sociedad civil, más allá de consultas formales y sin alcance, es la prueba de una actitud autista.

Llamamos los Estados que participan a la conferencia de Rabat a oír a las sociedades civiles, a tener en cuenta sus posiciones y propuestas y asociarlas a la elaboración, la puesta en marcha y el seguimiento de todo plan de acción que se destina a las migraciones velando al mismo tiempo por adoptar las medidas necesarias para el refuerzo de sus medios de acción.
– Federación internacional de las ligas de derechos humanos (FIDH)
– Plataforma Euromed
– Red euro-mediterránea de los derechos humanos (REMDH)