Un jueves de pasión que podemos hacerlo «santo» -- Emma Martinez Ocaña

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Fuente: Asociación de teólogs españolas
Un jueves de pasión despojado de toda celebración comunitaria, procesiones, visitas a monumentos??y poblado de dolor, miedo, incertidumbre, experiencia de vulnerabilidad, soledad, enfermedad y muerte y al mismo tiempo lleno también de realidades de generosidad, solidaridad, agradecimiento, gratuidad y ¿Cómo no? marcado también por la traición, las mentiras, la insolidaridad, la inhumanidad??

Hoy leyendo el evangelio de Juan se me han quedado grabadas estas palabras: ?Que os améis como yo os he amado?? (Jn 13,34).
A lo largo del día me he ido preguntando: ¿Cómo amó Jesús de Nazaret?
A través de los testimonios escritos, que nos han dejado las primeras comunidades cristianas, algo podemos decir de cómo fue ese amor.

?? Un amor sub-versivo. De hecho, sub-vertió los criterios sociales y religiosos de su tiempo, descolocó adverbios, adjetivos, nombres: arriba-abajo, dentro-fuera, más-menos, primeros-últimos, sabios-necios, ciegos-videntes, justos-pecadores, sanos-enfermos?? Con sus hechos sub-vertió las creencias religiosas de su tiempo para reivindicar las del Dios en el que él creía y por eso hizo de todas las periferias su centro?? ¡Porque así es Dios!
?? Un amor inclusivo. No discriminó a nadie, formó una comunidad de iguales uniendo en torno a sí a mujeres y hombres, un recaudador de impuestos y a los ?hijos del trueno??, ricos y pobres, sabios y necios.

?? Un amor universal y preferencial. Todas las personas cabían en su corazón, pero de un modo especial las personas excluidas por cualquier razón, pobres, enfermas, marginadas, consideradas pecadoras, mujeres y niños, judíos y paganos.
?? Un amor que se hace estremecimiento de las entrañas que genera una actitud de compasión operativa.
?? Un amor que se hace cuidado sencillo y desde abajo.
?? Un amor que escandaliza porque rompe los cánones establecidos, pone al ser humano por encima de la ley y el templo, lo mismo se invita a comer en casa de un hombre rico que parece había robado bastante, como acepta la invitación del fariseo Simón, como comparte mesa y comida con personas consideradas indeseables y pecadoras y acoge como discípulas a mujeres.

?? Un amor que se hace denuncia profética de las causas del dolor y la pobreza de su pueblo aunque eso le cueste la vida.
?? Un amor desinteresado y agradecido, que sabe dar, pedir y recibir.
?? Un amor que sirve y lava los pies por amor
?? Un amor que perdona sin que le pidan perdón.
?? Un amor que llama ?amigo?? a quien lo está traicionando.

?? Un amor con capacidad de crear vínculos de amistad profunda sin romper la fraternidad.
?? Un amor humilde que sabe hacerse discípulo de la vida: mujeres, paganos, pastores, semillas, sal, luz??
?? Un amor festivo que sabe celebrar y cambiar las cien tinajas de agua en vino, para que siga la fiesta.
?? Un amor que se hace verdad en su cuerpo y por eso pudo ser presencia visible de un Amor invisible.
?? Un amor hasta el extremo, que sabe dar la vida por coherencia y libertad.
?? Un amor que Jesús reconoce recibido como don: ?Como el Padre me amó????

¡Qué lejos me siento de ese amor y por otro lado cuánto deseo aprenderlo de Jesús y hacerlo pobremente verdad en mi vida cotidiana!

En este día de dolor y de esperanza, de muertes y de vidas entregadas, de duelos sin duelos, ni consuelos, ni abrazos reconfortantes, ojalá encontremos al modo de hacer llegar nuestro amor concreto y cercano a otras personas y grabemos en nuestro corazón, de una vez para
siempre, que lo único que salva es el amor operativo.

Sería quizás una buena manera de hacer ?Santo?? este jueves de Pasión.

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