Estados Unidos: Visita papal causa una multitud de protestas

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Sentido G

El Papa Benedicto XVI podría no verlos ni escucharlos, pero activistas Católico Romanos agravados esperan que su visita a Estados Unidos esta semana les ayudará a llamar la atención a asuntos que van de la ordenación de mujeres a los derechos gay y al abuso sexual por parte de sacerdotes y la prohibición vaticana a la contracepción.

Los grupos han planeado llevar a cabo vigilias, demostraciones y conferencias de prensa para promover sus causas mientras el Papa visita Washington y Nueva York. La tarde del lunes, en la víspera de su llegada, quienes apoyan la ordenación de mujeres llevaron a cabo lo que denominaron «una misa incluyente» en la Iglesia Metodista de Washington, presidida por mujeres católicas — incluyendo dos que recientemente fueron excomulgadas–.

«No podemos dar la bienvenida a este Papa hasta que él comience a eliminar la violencia de sexismo continua de parte de la iglesia,» dijo la Hermana Donna Quinn, coordinadora de la Coalición Nacional de Monjas Estadounidenses [National Coalition of American Nuns].

Los participantes en este servicio incluirán a RoseMarie Hudson y Elsie McGrath, quienes fueron excomulgadas el mes pasado por el Arzobispo Raymond Burke, de San Louis, porque fueron ordenadas como parte de un movimiento de mujeres-sacerdotes que es condenado por El Vaticano.

«Ante el cierre de una puerta tras otra, las mujeres católicas han sido innovadoras, valientes y fieles a la iglesia,» asegura Aisha Taylor, Directora Ejecutiva de la Conferencia de Ordenación de las Mujeres [Women’s Ordination Conference]. «Ellas continúan abriendo camino donde no hay ninguno.»

Activistas Católicos Gays, que planean manifestarse el martes a lo largo de la ruta de la caravana papal en Washington, han compilado una lista de declaraciones hechas por Benedicto a lo largo de su carrera, que ellos consideran son hostiles a los gays y las lesbianas. Estas incluyen el rechazo enérgico al matrimonio gay y a los derechos de adopción a parejas formadas por personas del mismo género.

«El ha emitido alguna de la retórica más dañina y extrema contra nuestra comunidad como ningún otro líder religioso en la hisotira y deseamos llamarlo a que considere el daño que ha hecho,» dijo Marianne Duddy-Burke, Directora Ejecutiva de DignityUSA.

Duddy-Burke dijo que espera que las protestas se lleven a cabo de manera paralela con una celebración por lo que han ganado los católicos gays en Estados Unidos en años recientes. Ella citó un número creciente de parroquias que reciben a miembros abiertamente gay y las docenas de universidades católicas que ahora tienen grupos de alianzas gay-heterosexuales.

Otro grupo gay, New Ways Ministry, convocó a una conferencia de prensa en donde los oradores transmitieron lo que ellos dirían al Papa si tuviesen la oportunidad de hacerlo. Entre los ponentes se encontraba Gregory Maguire, autor de la novela best-seller «Wicked» [Envilecido], quien junto con su esposo Andrew Newman, están criando como católicos en Massachusetts a tres niños adoptados, el único estado de la Unión Americana que permite los matrimonios entre personas del mismo género.

«Nosotros le invitamos a que pase un día, una comida, un fin de semana con nosotros,» dijo Maguire en su mensaje al Papa. «No deseamos servir coo una familia-de-póster para los Católicos gay. Sólo seremos nosotros mismos, en toda nuestra confusión, aspiración, necesidad y alegría.»

Otro asunto que divide y que aparece esta semana es la prohibición de El Vaticano a la contracepción. Grupos pro-Derechos Gay y otros afirman que la prohibición mina los programas que promueven el uso del condón para disminuir la propagación del VIH – SIDA.

En una conferencia organizada el lunes por el grupo Católicos por el Derecho a Decidir [Catholics for Choice], cuatro teólogos católicos examinaron el impacto de la encíclica de 1968 «Humanae Vitae», que definió la oposición de El Vaticano al control natal artificial.

«Los católicos se preguntan por qué existe esta disparidad inmensa entre lo que la jerarquía dice que debemos hacer respecto a la contracepción y lo que los Católicos, en la vida diaria, están haciendo, dice Jon O’Brien, Presidente de Católicos por el Derecho a Decidir.

El calificó la prohibición como «una tragedia grande, una política que carece de compasión y entendimiento.»

Al preguntársele sobre la perspectiva de que Benedicto reconsidere la prohibición, O’Brien respondió, «yo creo en milagros».

Para muchos católicos estadounidenses, el asunto más inquietante relacionado con la igleis en los años recientes ha sido el abuso sexual por parte del clero. Miles de alegatos por abuso sexual han sido iniciados contra el clero católico y las diócesis han pagado más de $2 mil millones de dólares en reclamos desde 1950.

David Clohessy, Director Nacional de la Red de Sobrevivientes de Aquellos Abusados por Sacerdotes [Survivors Network of Those Abused by Priests], dijo que su grupo de apoyo no se atemperará incluso si el Papa se reúne en privado con las víctimas de los abusos.

«De manera extraordinaria, pocos católicos y las víctimas serán conmovidos por los gestos, las palabras y las señales,» dijo Clohessy. «Es tan claro como el día que desde hace tres años en su papado, Benedicto ha hecho literalmente nada para proteger a los vulnerables o para sanar a los heridos.»

Clohessy dijo que su grupo utilizará la visita papal para presionar por una acción vigorosa de disciplina contra los obispos que han encubierto los abusos de sus sacerdotes y para urgir a que El Vaticano tome pasos preventivos contra el abuso de parte de sacerdotes en otras naciones.

Clohessy expresó desilusión de que el Papa no visite Boston, donde el escándalo se dió a conocer a nivel nacional en el año 2002.

«Mostrar voluntad para visitar el epicentro de la crisis -eso habría sido un gesto que podría haber sido efectivo,» afirmó Clohessy.

La Voz de los Fieles – Voice of the Faithful, un grupo de reforma con sede en Boston y que surgió por el escándalo, publicó un anuncio de una plana completa en el diario The New York Times, que les costómás de $50 mil dólares de Estados Unidos, para dar a conocer su llamado hacia la transformación de la iglesia.

El anuncio urgió a que Benedicto se encuentre con las víctimas, a que expulse a los obispos que encubrieron los abusos y promueva un rol mayor para los católicos laicos en cuanto al manejo de sus parroquias.

El alcance al cual el Papa se dirija a los motivos de queja durante su viaje es algo desconocido. Pero el enviado de El Vaticano a Estados Unidos, Arzobispo Pietro Sambi, dijo que cualquier discordia que pudiese elevarse sería lamentable.

«Incluso en la Iglesia Católica, nadie tiene el derecho de instrumentalizar la visita del Papa para servir a sus intereses personales,» dijo Sambi a National Catholic Reporter. «El problema es que existen demasiadas personas aquí a quienes les gustaría ser el Papa… y quienes atribuyen a sí mismos un sentido fuerte de su propia infalibilidad.»