Un grupo de 677 personas tanto laicos, como religiosos y sacerdotes, han remitido una carta al Nuncio en España, Monseñor Renzo Fratini, en el que reclaman que se consulte a la comunidad diocesana en el proceso de nombramiento del nuevo obispo de Bilbao.
En un comunicado, manifestaron su preocupación ante la «falta de participación» de la Iglesia local de Bilbao en la designación del futuro prelado, después de que Ricardo Blázquez dejará de ser el obispo de Bilbao.
En la carta, trasladan al Nuncio la necesidad, «ya perentoria» de ser tenidos en cuenta a través de las mesas de corresponsabilidad (Consejos diocesanos) que les representan.
En concreto, en la misiva se señala que el actual Código de Derecho Canónico reclama explícitamente «como válida» la participación de la Iglesia Local en la designación de su Obispo, ya que el Sumo Pontífice «nombra libremente a los obispos o confirma a lo que han sido legítimamente elegidos».
El grupo de diocesanos añade que esta opción de que el Papa confirme a los obispos «legítimamente elegidos» es la práctica en «no pocas Iglesias europeas, sin necesidad de recurrir a la práctica consolidada de todo el primer milenio».
Según señalan, la Iglesia Diocesana de Bilbao ha intentado, de modos diversos, hacer uso del derecho que se le reconoce, «tal como se expresa en el canon citado». Añaden que, en las primeras ocasiones, se intentó desde grupos, aunque «particulares, importantes» y últimamente, desde órganos colectivos y representativos, órganos de comunión y responsabilidad, órganos oficiales, a los que el propio Obispo Diocesano «reconocía el derecho a esta participación, tal como constaba en documentos oficiales».
«Pero los Nuncios anteriores a usted o rechazaron dichas intervenciones o, aun aceptadas, no las tuvieron de hecho en consideración», agregan.
Por ello, piden al Nuncio que facilite a la Iglesia Diocesana de Bilbao el ejercicio del derecho a participar en la designación de su obispo. «Esta esposa no quiere un esposo impuesto. Ni secretismos. Ni juego de intereses que no sean los exclusivamente evangélicos», afirman.
«Es preciso, y por eso lo reclamamos, un discernimiento desde la vida que el Espíritu alienta en esta Comunidad, lo que no es posible realizar sin tener a la propia Iglesia Local como interlocutora en ese discernimiento», aseguran.
Para ello, afirman que hay dos procedimientos, por una parte, escuchar a las personas «realmente insertas y comprometidas» en los trabajos de evangelización y, «sobre todo, consultando directamente a los órganos de comunión y responsabilidad oficiales de la propia Iglesia Diocesana».
La misiva concluye con el deseo del grupo de diocesanos de tener una «respuesta pronta», dada «la urgencia en la que nos encontramos». (RD/Ep)