1º DE MAYO DE 2.006. Luís Díez, coordinador de los curas obreros

0
37

Curas obreros

Cada año tiene mayor actualidad el 1º de Mayo. Nunca, en las últimas décadas, la explotación ha llegado a los actuales niveles. El 82 % de la multinacionales a través de las instituciones económicas internacionales de los países del Primer Mundo; casi mil millones viven con un euro diario o menos.

Recordemos el 1 de Mayo de 1886. Por todas partes se realizaron manifestaciones con el lema: ¡OCHO HORAS DE REPOSO! ¡OCHO HORAS DE EDUCACI?N!??. Los sucesos más crudos tuvieron lugar en Chicago donde trabajaban 16 horas diarias, sin descanso semanal. Murieron un centenar de trabajadores por los disparos de la policía y fueron condenados a muerte siete militantes obreros que años después fueron declarados inocentes.

La sangre vertida por los mártires de Chicago no fue inútil. Nació el movimiento obrero, que hizo temblar al capitalismo.
Actualmente las condiciones de vida se deterioran cada vez más: precariedad, desempleo, estrés… Un 30 % de los contratos son precarios y se ceban en los jóvenes y las mujeres. Se multiplican los ?sin techo??, la mitad de los inmigrantes extranjeros se convierten en los nuevos en esclavos ?sin papeles??.

Se cuestionan los servicios públicos (educación, sanidad, el agua, la vivienda…) en nombre de la rentabilidad, condenando a la mayoría de pensionistas a mal morir en la soledad y a gran parte de la juventud a carecer de trabajo estable y acceso a la vivienda.

Mientras tanto, empresas rentables se transfieren a otros países; las cuentas de resultados de las grandes empresas declaran cada año en estos meses que aumentan sus beneficios más del 30 %. La mayor parte de la riqueza nacional se invierte en el capital y se retraen las inversiones sociales.

Pero se vislumbran signos de esperanza: los países pobres parece que comienzan a organizarse cuando recientemente echaron abajo las propuestas de la OMC; los forums sociales europeos y mundiales hacen emerger la idea de que otra sociedad es posible; los sindicatos, cuyos enfrentamientos son mal llevados por los trabajadores, dan cada día más pasos hacia una solidaridad internacional; se ha generalizado la oposición a todas las guerras provocadas por los poderosos y cuyas víctimas son siempre los ciudadanos. En nuestro país esperamos que el gobierno sea más favorable a las clases trabajadoras.

La lucha por la justicia forma parte de nuestra fe: Dios ha creado a los seres humanos para que todos vivan, como hijos suyos, dignamente, en paz y libertad, con la seguridad de que esta tierra está al servicio de todos.
Jesús, hijo de Dios, denunció en su época los abusos del poder y las injusticias y dio preferencia a los marginados para incorporarles a la vida normal de su sociedad. Los ricos y poderosos le condenaron a muerte porque les era muy molesto.

Nosotros, Curas Obreros, junto con otros creyentes militantes en diferentes movimientos sociales y sindicales, en tanto que discípulos de Jesús:
— Denunciamos que se está estableciendo en el mundo una sociedad cuyo motor es la ley del mercado y la imposición del más poderoso.
— Nos comprometemos a trabajar por otra sociedad, en la que el ser humano sea lo más importante, ninguna persona sea excluida y en la que cada uno tenga posibilidad de empleo y garantizadas la vivienda, la sanidad y la educación.
— Reafirmamos que, además de ser consumidores, todos somos necesarios y capaces de actuar juntos por el bien común en nuestras organizaciones sindicales y movimientos sociales y populares, que promuevan otra sociedad en la que prevalezca la paz, la justicia y la solidaridad.