A su paso por Madrid, invitada a las jornadas de Acsur ?Sin mujeres, no es democracia?, esta activista analiza los cinco meses transcurridos desde el golpe de Estado, que sería ?legalizado?? con los comicios del 29 de noviembre.
?Desde la resistencia y la organización civil vamos a seguir intentando desarrollar el proceso de la Asamblea Constituyente. Si algo bueno ha dejado este proceso es el debate y la necesidad de hacer cambios de fondo en Honduras??, afirmaba a este periódico Claudia Herrsmanndofer, del Centro de Derechos de Mujeres y del Frente Nacional de Resistencia al Golpe de Estado.
El 29 de noviembre está prevista la celebración de los comicios presidenciales, parlamentarios y municipales. Además de estas tres urnas, la cita electoral debía incluir una cuarta: en donde los hondureños depositaran su deseo o rechazo de una reforma constituyente. Esta ?cuarta urna?? fue la razón última del golpe del 29 de junio, según la activista.
?Al principio, las medidas de Zelaya las veíamos como cosméticas y populistas, con el tiempo vimos que eran muy importantes. Una amenaza para la oligarquía??, afirma Herrsmanndofer ?que no se declara zelayista?, sobre la firma del ALBA, los acuerdos con Venezuela para lograr un petróleo más barato al margen de Texaco o Shell, el incremento de un 60% del salario mínimo, su oposición a las minas a cielo abierto y a la privatización del agua o su defensa de la píldora del día después.
?Hugo Llorens, embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, nos reconoció en una reunión que a pesar del contexto el pueblo se merece unas elecciones??, explica Herrsmanndofer, que teme que ante el apoyo a las elecciones y consecuente legitimación del golpe de la Administración Obama, la comunidad internacional comience a flaquear. De momento, México, Colombia, Perú, Panamá e Israel van a reconocer el resultado de las elecciones.
Elecciones de excepción
En el seno de la resistencia también hay disensiones. ?Es imposible que se celebren elecciones mientras continúe el Estado de excepción. Afecta a valores fundamentales como la libertad de asociación, expresión. Existen toques de queda, sitios militares en las ciudades, cartas a alcaldes para que creen registros de quién está en contra y a favor del golpe??, explica Herrsmanndofer para justificar su apuesta por la abstención en estas elecciones en un Estado donde el voto es obligatorio. Eso sí, uno de los integrantes del Frente, el partido Unificación Democrática, liderado por César Ham, concurre a las urnas.
?No sabemos desde dónde se planifican las acciones violentas. Han ocurrido hechos muy graves contra empresas o centros comerciales relacionado con golpistas… El clima de inseguridad ha aumentado. Existen de media cada día unas 30 muertes sin ningún tipo de investigación, también de miembros de la resistencia. Y de esto no se habla en los medios, sólo de la campaña electoral.
Ni siquiera existe el asedio a la embajada de Brasil??, denuncia Herrsmanndofer. Incluso el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras alertaba el 19 de noviembre de un plan militar para provocar asesinatos masivos para que el Frente de Resistencia pierda apoyo tanto a nivel nacional como internacional. Según denunciaba el 20 de noviembre Arturo Cano, enviado especial de La Jornada en Honduras, existe un ?plan de contingencia?? para que los servicios sanitarios estén listos ante posibles incidentes entre el 19 de noviembre y el 4 de diciembre.
El propio Roberto Micheletti, en su anuncio de retirada de la presidencia entre el 25 de noviembre y el 2 de diciembre, afirmaba: ?Y, por supuesto, si lamentablemente ocurriera un trastorno general del orden y de la seguridad (…) no quepa la menor duda (…) que reasumiré inmediatamente mis funciones??. Unas ambiguas palabras ante la amenaza de la oposición de boicotear y pedir la abstención ante los comicios. El 19 noviembre, Zelaya solicitaba ?al pueblo hondureño a que reflexione y que de manera consciente impugne y denuncie el fraude electoral??.
¿La Constituyente, adelante?
?La resistencia defiende la vía pacífica, pero la situación se nos está escapando. Existen escenas similares a una insurrección popular incontrolable. La resistencia no está armada. Sin embargo, el Ejército ha mostrado potente armamento israelí, armas sónicas, tanques de agua y gas pimienta… Material que nunca pensamos que tendrían??, denuncia Herrsmanndofer, que reconoce que ?nos resistíamos a creer que todo esto tenía algo que ver con el gran halcón del Norte??. Ahora espera que esto no desencadene en una guerra civil y, sin Zelaya en el Gobierno, se pueda continuar la lucha por restablecer el proceso de la Constituyente.