Uno de cada tres desplazados en Sudán vive en campos de refugiados. El de Kalma, el mayor del mundo, acoge a 95.000 personas que comparten historias de violencia, miedo a la inseguridad que vive la región y el deseo de vivir en paz.
M. vive en el campo de refugiados de Kalma desde hace dos años. Un viernes de diciembre del 2003, el Gobierno y la milicia Janjawid llegaron a su aldea y mataron a 150 personas. La historia de M. es muy similar a la de las 95.000 personas que han huido de la violencia y ahora viven en este campamento para desplazados, considerado el mayor del mundo.
Como explica M., en Darfur ningún lugar es seguro, ni siquiera Kalma. ?Todo el mundo tiene miedo a salir (del campamento). Sólo cuando los soldados de la Unión Africana escoltan a la gente que quiere ir a recoger madera o hierba para los burros nos atrevemos a salir del campo??, dice.
Pero ir a buscar leña -para luego venderla y comprar comida- no siempre es fácil porque muchas veces hay que salir sin escolta y se debe caminar hasta tres horas porque los árboles de los alrededores del campo están talados. Un día que H. salió con otras cuatro mujeres a recoger leña, tres hombres las retuvieron y las violaron.
Según Médicos sin Fronteras, que es quien ha recogido los testimonios de M. y H., ?el miedo y la inseguridad constantes están a la orden del día?? entre los refugiados de Kalma y personas que viven en el campamento desde hace tres años todavía no se han atrevido a salir por temor a la violencia.
El problema de la inseguridad en la zona también lo denuncia la organización Oxfam, que ha cerrado temporalmente dos de sus cinco oficinas en Darfur tras el secuestro de uno de sus trabajadores. ?La actual situación de inseguridad en Darfur y el aumento de los objetivos de vehículos y personal humanitario por parte de los grups armados está haciendo más difícil y peligroso el trabajo de las ONG??, advierte esta entidad.
En este contexto, la ONU denunciaba la semana pasada la muerte de un empleado de la organización humanitaria Relief International en Darfur.
El acuerdo de paz no se cumple
Oxfam y Médicos sin Fronteras son algunas de las organizaciones que a pesar de las duras condiciones trabajan con los refugiados y desplazados en Sudán. La primera tiene en marcha proyectos de potabilización de agua, higiene y salud, mientras que Médicos sin Fronteras tiene en marcha varias clínicas que ofrecen asistencia sanitaria y emocional.
Este tipo de apoyo ayuda a las personas desplazadas pero igualmente muchas familias viven en condiciones muy duras. Como explica R., que llegó hace poco a Kalma, están ?quemados por el sol y el viento?? porque no tienen refugio. ?Nos quedamos aquí, pero hasta que alguien encuentre trabajo nos faltará algo. No tenemos ropa, ni alimentos ni trabajo??, añade.
Desde el inicio del conflicto en 2003, unas 200.000 personas han muerto y más de dos millones de personas han tenido que dejar sus hogares y huir a campos de refugiados debido a la violencia. A pesar del acuerdo de paz firmado el pasado mes de mayo en Nigeria, la inestabilidad ha aumentado debido, sobre todo, al incremento de los combates entre los grupos rebeldes.
Otro país ?donde no haya disparos??
Naciones Unidas, por su parte, afirmaba hace unos días que no tenía el dinero necesario para ayudar en graves crisis humanitarias como la de Darfur, Somalia y Gaza.
?Cuando el secretario de la ONU Kofi Annan vino a Kalma el año pasado, la gente le dijo que tenía que parar los enfrentamientos, ojalá, y que no hubiese problemas para regresar a casa. Todo el mundo le dijo a Kofi Annan que necesitábamos otro país en el que vivir hasta que la guerra acabe. Son ya tres años y la guerra continúa. La ONU no ha parado los enfrentamientos entre el Gobierno y los rebeldes del SLA??, lamenta M.
Aún así, muchos refugiados en Kalma todavía tienen esperanza y, como M., piensan que ?cuando se acaben los combates, cuando ya no luchen más y la milicia Janjawid deje de usar las armas, toda la gente regresará a sus aldeas??. ?Será un gran momento y todo el mundo tendrá trabajo??, aunque de momento ?aquí nadie tiene trabajo??.