La Iglesia Anglicana puede estar al borde de una escisión que llevaría a numerosos sacerdotes y feligreses a pasar a la Iglesia Católica.
El motivo de este éxodo sería la decisión del Sínodo de la Iglesia, reunido en la ciudad de York, en el norte de Inglaterra, a favor de la consagración de mujeres obispos.
Se trata de un tema que ha dividido profundamente a los anglicanos ingleses entre un ala tradicionalista minoritaria y una corriente más liberal, mayoritaria en una iglesia que cuenta nominalmente con 26 millones de fieles, de los cuales un número cada vez más reducido son practicantes.
?xodo
No sería la primera vez que sacerdotes de la Iglesia Anglicana se adhieren a la fe católica, en la que son recibidos a pesar de ser casados.
En 1994 el voto del Sínodo a favor de la ordenación de mujeres provocó la salida de decenas de clérigos que fueron aceptados por la Iglesia Católica.
En 1980, el Papa Juan Pablo II cambió la regla del celibato para los ministros de religiones protestantes, usualmente anglicanos y luteranos, que desean ordenarse como sacerdotes católicos.
No se admiten, sin embargo, los que estén divorciados o separados de sus esposas.
Fundamento
Se calcula que más de mil sacerdotes anglicanos estarían considerando dejar la Iglesia de Inglaterra por una decisión que consideran contraria a los fundamentos del cristianismo.
Según el ala conservadora dentro de la fe anglicana, Jesús escogió sólo a hombres como sus discípulos, el mismo argumento de la Iglesia Católica para oponerse a la ordenación de mujeres.
Para la rama liberal de la Iglesia Anglicana, la decisión de consagrar mujeres como obispos se fundamenta en enseñanzas del Evangelio sobre la igualdad del hombre y la mujer ante Dios.
Citan, por ejemplo, un pasaje de la Carta del Apóstol Pablo a los Gálatas: «Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús».
El disgusto de los llamados tradicionalistas con la decisión de consagrar mujeres a uno de los más altos rangos de la Iglesia Anglicana es tal que, según informes en la prensa británica, cinco obispos se reunieron recientemente en el Vaticano con altos funcionarios de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Los prelados habrían discutido su posible adhesión a la Iglesia Católica.
Camino a Roma
Desde su separación de Roma en el siglo XVI, la Iglesia Anglicana mantuvo mucho de la liturgia católica. Una rama de la confesión anglicana, conocida generalmente como High Church se considera de tradición «católica». De ahí que sea común que en Gran Bretaña tradicionalmente se distinga entre católico y católico romano.
Para la Iglesia Católica la adhesión de nuevos fieles y sacerdotes en una Europa cada vez más secular y alejada de la religión no puede ser más que buenas noticias.
Sin embargo el voto del Sínodo de la Iglesia Anglicana a favor de la consagración de mujeres obispos es un nuevo obstáculo para la reconciliación de católicos y anglicanos, según un comunicado del Vaticano.
Divisiones
La reunificación con la Iglesia Anglicana era ya de todas formas un objetivo inalcanzable desde la autorización del ordenamiento de mujeres como sacerdotes en los años noventa y el nombramiento de un clérigo abiertamente homosexual como obispo en Estados Unidos en 2003.
Las relaciones con la Iglesia Católica son sin embargo un asunto secundario ante lo que parece ser una agudización de las divisiones dentro de la fe anglicana, que incluye a las Iglesias Episcopales.
Una alianza de conservadores entre los que se destacan las iglesias africanas -que rechazan el ordenamiento de mujeres y homosexuales- amenaza con romper con el ala liberal de la Iglesia Anglicana.
Para muchos un cisma es casi inevitable.