¿Quién vota por ellos? -- Marta Arias

0
111

Alandar

¡Horror! Apenas unas semanas para las elecciones. Cuando leas esto, probablemente ya estaremos todos hartos de las promesas, la publicidad, los mítines y las burlas incesantes de uno y otro lado. Hartos de la ?política de billetera?? que tan bien se les da a nuestros representantes últimamente, de los nuevos ministerios salidos de la chistera, de las acusaciones desmedidas sin aparente propuesta (de hecho, no deja de resultar curioso que cuando escribo esta columna, 8 semanas antes de la gran cita, ni un solo partido haya presentado aún su programa electoral).

Sin embargo, aunque parezca que en los últimos meses se ha hablado de todo, hay muchos temas que apenas han ocupado un espacio en la atención de los medios. Temas como los miles de indigentes que siguen deambulando por nuestras calles, o los millones que habitan otras muchas calles más lejanas. Pero ellos también se juegan mucho en nuestras próximas elecciones. Seguro que has pensado alguna vez que todos los ciudadanos del planeta deberíamos tener derecho a votar en las elecciones norteamericanas, dado que tantos aspectos de nuestras vidas dependen de decisiones que se toman en Washington. Pues bien, para millones de personas esto es realidad en casi todas las elecciones que se celebran en el mundo desarrollado. De hecho, España es actualmente uno de los países más ricos del mundo (o eso cuentan las grandes estadísticas), está incrementando generosamente su ayuda al desarrollo, es acreedor de importante deuda externa de los países empobrecidos, el principal exportador de municiones a Africa Subsahariana, uno de los principales incumplidores de los compromisos de reducción de emisiones de gases contaminantes dentro de la UE?? es en definitiva un país con una influencia creciente en el devenir de todos los ciudadanos y ciudadanas del planeta, y como tal, deberíamos darle una pensada a estos temas a la hora de decidir nuestro voto.

Y como últimamente estoy en plan positivo, también aquí voy a contar una buena noticia. No fue un hecho destacado en las primeras páginas en los periódicos (de hecho, ni primeras ni últimas, porque apenas fue recogido por los medios), pero el pasado 19 de diciembre todos los partidos políticos con representación parlamentaria suscribieron un pacto de estado contra la pobreza, impulsado y perseguido con ahínco por los representantes de la Coordinadora Estatal de ONG de Desarrollo.

Sinceramente, no recuerdo ningún otro consenso similar a lo largo de la legislatura que ahora nos deja. Sólo esto, ya debería haber sido noticia de primera plana. Pero es que además, el contenido de este acuerdo en concreto es extremadamente relevante. En él se empieza por reconocer el ?imperativo ético, social, político y económico de lograr el objetivo de erradicar la pobreza en el mundo?? y se destaca el esfuerzo colectivo que todos los actores de la cooperación española ?gobierno, partidos políticos, administraciones autonómicas y locales, ONGD, universidades, empresas y sindicatos- han puesto encima de la mesa para avanzar en esta tarea, superando sus diferencias.

Los partidos firmantes ?un total de doce- se han comprometido entre otras cosas a alcanzar el 0,7% antes del año 2012, a cancelar el 100% de la deuda bilateral de los países menos adelantados -promoviendo en el ámbito internacional un Tribunal de Arbitraje ?donde acreedores y deudores estén igualmente representados y las decisiones se tomen por una instancia neutra??- y a proponer en el seno de la UE y la Organización Mundial de Comercio nuevas reglas comerciales que aseguren un beneficio para los países pobres.

Queda por ver en qué medida estos compromisos se incluyen en los diversos programas electorales, y por supuesto cuánto de todo ello se materializa a partir del 10 de marzo. Pero sin duda es mucho más difícil ignorar lo que se ha firmado solemnemente y en consenso por todo el espectro parlamentario. Esta debería ser la buena noticia de estas elecciones. Sigámosle la pista.