Ni al Corán ni a la Biblia se debe discriminaciones y guerras religiosas, sino a las interpretaciones de los textos, a menudo tendientes a sostener intereses geopolíticas y de poder absoluto sobre lo demás. De ahí tantos crímenes y violaciones de los derechos humanos a nombre de Dios utilizándolo en vano. Uno de los esquemas más conflictivos durante el Concilio Vaticano II, era aquel que trataba sobre la Revelación. Sin la intervención mediadora del Papa Juan XXIII entre el cerrado grupo conservador y fundamentalista y los obispos avanzados y abiertos al mundo, la asamblea hubiese reventado. Una sentencia como esta hubiese quedado en el tintero:
“El Santo Sínodo recomienda insistentemente a todos los fieles, especialmente a los religiosos, la lectura asidua de la Escritura para que adquieran la ciencia suprema de Jesucristo” (Fil 3,8)
Para darse cuenta del salto hacia delante, hay que tener presente la resistencia que el magisterio eclesial opuso durante siglos a que la Sagrada Escritura llegue a manos de los no iniciados, es decir del pueblo en general. El peligro no existía, mientras las escrituras en la versión hebrea, griega o latín circularon solo entre el alto clero y los monjas. El filtro interpretativo oficial de los escritos se hizo necesario cuando, fuera del control de los obispos, fueron traducidos en idiomas del pueblo. Por otro lado disponía la iglesia desde el siglo III de suficiente poder, para dictar órdenes como siguen.
I. LA SAGRADA ESCRITURA: VETADA A LOS LAICOS
o El Concilio Eclesiástico de Tarragona (516) concluyó: «Nadie puede poseer los libros del Antiguo y Nuevo Testamento en el lenguaje Romance, y si alguien los posee debe entregarlos al obispo local, en el lapso de 8 días a partir de la promulgación de este edicto, para ser quemados.» D. Lortsch, Histoire de la Bible en France [Historia de la Biblia en Francia], 1910,pag.14.
o Papa Inocente III (1198-1216): “… y los laicos y las mujeres, en reuniones secretas, se han arrogado el derecho de exponer tales escritos (Evangelios y cartas de San Pablo) y de predicarse unos a otros”.
o En el Concilio de Toulourse, (1229) los líderes religiosos concluyeron: «Les prohibimos a los laicos poseer copias del Antiguo y Nuevo Testamento… Les prohibimos severamente poseer los libros mencionados en el idioma vernicular». «Los Señores de cada distrito buscarán cuidadosamente a los herejes en sus escondites, ya sean chozas, o bosques, o aun en escondites subterraneos y deberán ser totalmente eliminados.» Concilio Tolosanum, papa Gregorio IX, Anno. Chr. 1229.
o Declaraciones del Papa Julio III (1550-1555)que encargó a tres de sus obispos que estudiaran el medio para impedir su lectura. La respuesta de los tres prelados fue: “Deben hacerse todos los esfuerzos a fin de que se permita lo menos posible la lectura del Evangelio… .”
o Y Pio VII en su Bula del 26 de Junio 1816 afirmó: “Declaro que las asociaciones formales en la mayor parte de Europa para traducir la ley de Dios a la lengua vulgar y difundirla me horrorizan, que tienden de derribar la fe cristiana desde sus mismos cimientos, que hay que destruir esta peste por todos los medios posibles y desvelar las impías maquinaciones de estos conspiradores”
o Después de haberse formado las Sociedades Bíblicas fueron clasificadas con el comunismo en un edicto sorprendente. El 8 de Diciembre de 1866., el papa Pio IX, en su Encíclica Quanta Cura hace la siguiente referencia: «El socialismo, el comunismo, las sociedades clandestinas, las sociedades bíblicas… pestes de esta clase deben ser destruidas a toda costa.»
El miedo a que la Biblia se abra en su original a los laicos, es comprensible, considerando las duras luchas contra los “herejes” con sus interpretaciones propias y en varios y básicos asuntos discrepantes con la de la oficialidad.
II. LOS DIQUES DE CONTENCIÓN SE ROMPEN Y SE ERIGEN CAUCES
Sin embargo, los diques de contención se rompieron con la reforma luterana y la invención de la imprenta el siglo XVI. A los católicos se pretendía proteger por medio del “Indice Canónico” de libros prohibidos, que no contaban con el “imprimatur” de un obispo. Pero, tampoco esta restricción le resultaba a la poder central en la Iglesia suficiente al pasar el umbral de la secularización. Un nuevo mecanismo se inventó, para que las opiniones no desborden en libertad. Vean que dice el Catecismo Romano:
o «El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo, es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma» (p. 32, #85).
o «Todo lo dicho sobre la interpretación de la Escritura queda sometido al juicio definitivo de la Iglesia, que recibió de Dios el encargo y el oficio de conservar e interpretar la Palabra de Dios» (p. 39, #119). Es obvio que por “Iglesia” se entiende en este contexto el Magisterio central en la Iglesia.
Es cierto, para un laico en teología la interpretación de muchos partes de las Escrituras, no es siempre simple. Para ello – según las mismas recomendaciones del Concilio – hay que conocer, no solamente idiomas como el griego o latín, sino también el fondo cultural y religioso del tiempo en que han sido redactados así como las formas literarias de las que servían en su medio. ¿Y, que pasa cuando eruditos en teología, expertos en la historia, y conocedores de los idiomas correspondientes lleguen a resultados que no coinciden la interpretación oficial de la Iglesia? Ya lo hemos visto en los últimos décadas: O se someten a lo que dice la Congregación de la Fe Romana, o se los suspende de sus funciones y se los sacan de sus facultades universitarias.
Como se ve, poco queda del hermoso enfoque dado por el Vaticano II, citado al inicio de este ensayo: Que los laicos se dediquen “a la lectura asidua de la Escritura para que adquieran la ciencia suprema de Jesucristo”. Al final será exclusivamente el Magisterio Romano el que define sobre “la ciencia suprema” contenida en la Biblia.
III. EL ESPÍRITU SOPLA DONDE A ÉL LE PLACE
El combate para cubrir la retirada por parte del Magisterio Romano en asuntos de la interpretación auténtica de la Biblia, sigue implacablemente. Es una batalla perdida contra la razón y la libertad y, contra la misma letra y espíritu del Nuevo Testamento. En este abundantes pasajes que, ni para el más simple mortal, requieren una tal interpretación aclaratoria. Son tan claras que se interpretan por sí solos. Es más, estos mismos desautorizan a tan pretendida apropiación del mensaje de Jesús, con el fin de subordinar el actuar del Espíritu de Dios al dominio sobre los hermanos. Veamos unos de estos pasajes.
1. El título de pastor no garantiza su integridad
Ezequiel a los dirigentes de su tiempo:
o «¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! No fortalecéis a las ovejas débiles ni curáis a las enfermas ni vendáis a las heridas; no recogéis a las descarriadas ni buscáis a las perdidas, sino que las habéis dominado con violencia y dureza». (Ex 1…)
o 15:3 Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?
(Mc. 9. 33-37; Lc. 9. 46-48)
o En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. sí que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
o
o 12, 38 – Guardaos de los escribas, a quienes les gusta pasearse con ropas largas y aman las salutaciones en las plazas, 39 las primeras sillas en las sinagogas y los primeros asientos en los banquetes. 40 Estos, que devoran las casas de las viudas y como pretexto hacen largas oraciones, recibirán mayor condenación.
o Mt 23, 14…: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones;¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. …Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. …
2. Entre los discípulos de Jesús no cabe superioridad y sumisión
o Petición de Santiago y de Juan:
(Mc. 10. 35-45) Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
o (Mc. 12. 38-40; Lc. 11. 37-54; 20. 45-47) Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo …
o Jn 13,12: -¿Entendéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y decís bien, porque lo soy. 14 Pues bien, si yo, el Señor y el Maestro, lavé vuestros pies, también vosotros debéis lavaros los pies los unos a los otros. 15 Porque ejemplo os he dado, para que así como yo os hice, vosotros también hagáis….
34 »Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. Como os he amado, amaos también vosotros los unos a los otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros.
o 1 Cor 1,24: Palbo: No somos dueños de vuestra fe, sino mensajeros de vuestra alegría.
o 2,17 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor; y a nosotros, como siervos vuestros por causa de Jesús.
o 1 Tes 5,19..”No extingáis al espíritu; no despreciéis la profecía; examinen todo y quedaos con lo bueno”
3. La salvación no depende de intermediarios
o -Maestro, vimos a alguien que echaba fuera demonios en tu nombre, y se lo prohibimos, porque no nos seguía. 39 Pero Jesús dijo: -No se lo prohibáis, porque nadie que haga milagros en mi nombre podrá después hablar mal de mí. 40 Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.
o Juan 4,21 -Créeme, mujer, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación procede de los judíos. 23 Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad;
4. El buen pastor va delante de su “grey” y las “ovejas” le siguen libremente
o Jn 10. … :, A él le abre el portero, y las ovejas oyen su voz. A sus ovejas las llama por nombre y las conduce afuera. 4 Y cuando saca fuera a todas las suyas, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Pero al extraño jamás seguirán; más bien, huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»….
o 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor pone su vida por las ovejas. 12 Pero el asalariado, que no es el pastor, y a quien no le pertenecen las ovejas, ve que viene el lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo arrebata y esparce las ovejas. 13 Huye porque es asalariado, y a él no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.
5. Los talentos, los carismas reparte Dios y sólo a él debemos dar cuenta
o 1 Cor 12, 4 -11 Ahora bien, hay diversidad de dones; pero el Espíritu es el mismo. 5 Hay también diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 También hay diversidad de actividades, pero el mismo Dios es el que realiza todas las cosas en todos. 7 Pero a cada cual le es dada la manifestación del Espíritu para provecho mutuo. 8 Porque a uno se le da palabra de sabiduría por medio del Espíritu; pero a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por un solo Espíritu; 10 a otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las realiza el único y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él designa…
o 28 A unos puso Dios en la iglesia, primero apóstoles, en segundo lugar profetas, en tercer lugar maestros; después los que hacen milagros, después los dones de sanidades, los que ayudan, los que administran, los que tienen diversidad de lenguas. 29 ¿Acaso son todos apóstoles? ¿todos profetas? ¿todos maestros? ¿Acaso hacen todos milagros? 30 ¿Acaso tienen todos dones de sanidades? ¿Acaso hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos? 31 Con todo, anhelad los mejores dones. Y ahora os mostraré un camino todavía más excelente: la preeminencia del amor.
6. Sobre la libertad de los hijos de Dios
o 9, 4 : Pero respondiendo Pedro y Juan, les dijeron: -Juzgad vosotros si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios. 20 Porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
o «Atan cargas pesadas y las echan sobre los hombros de la gente» (Mateo 23:4). Ignoran el derecho básico de la persona para que progrese en conocimiento, en el uso de su propia conciencia y en su libertad cristiana
(Hebreos 5:14; Gálatas 5:1)
o Gal 1,16: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos ha liberado, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”
A la luz de estas directivas evangélicas que no se dejan reinterpretar ni manipular, se interpretan también mucho de lo con que se armaba un sistema piramidal de poderes y privilegios en la Iglesia. “Tu eres pedro …” no significa que sería la cabecera de la pirámide con poderes legislativos, jurisdiccionales y ejecutivos. Pedro hubiese sido el último, luego de sus caídas, en ponerse una tiara o sentarse sobre un trono desde el cual gobernar al estilo de emperadores …
¿Infalible? Ni no hubiese sido por el apóstol Pablo y Santiago un judío no entraría en nuestra casa, los varones estaríamos circuncisos y tendríamos que abstenernos del chorizo y otras comidas consideradas impuras. Pablo tenía incluso llamarle severamente la atención por haber ofendido a los cristianos no judíos, no por una cita medieval como Benedicto, sino por su actitud.(Gal 2,11). Sólo para tocar una interpretación más contradictoria que “auténtica”.
IV. Resumiendo:
Nadie en la Iglesia tiene el monopolio del Espíritu de Dios. Este sopla donde a él le place y reparte sus carismas libremente para que cada creyente las ponga al servicio de los demás. El camino hacia la verdad y la vida está trazado por Jesús de Nazaret. Nada de paternalismo, superioridad o magisterio aparte. Si uno en la Iglesia quiere ser importante, que se le someta como un empleado de ella. – Todos tienen el derecho y el deber de juzgar por si mismo, de examinar todo y de atenerse a lo que en conciencia considere lo acertado.
Total: el mismo evangelio desautoriza cualquier dominio de unos hermanos sobre otros.
Bienvenidos los que ponen su talento en servicio de los demás. En cuanto a la ética cristiana, todo se resume en el único mandamiento: amar, como Jesús ha amado. “Evangelio” quiere decir: mensaje feliz, felíz para los pequeños, los marginados, los atemorizados y sumisos. Incómodo par los que quieren utilizarlo para sus ambiciones de dominio. Estos, que lo temen.