Su Santidad el Papa Benedicto XVI se encuentra en Madrid para presidir las Jornada Mundial de la Juventud 2011.
Llegó el jueves día 18 de agosto a las 12 horas y abandonará Madrid el domingo 21 en torno a las 18, 30 horas. Serán más de tres días de actos, encuentros, Misas y discursos. Previamente durante los días 16 y 17 se realizan Catequesis y confesiones.
Durante todos estos días el centro de Madrid está prácticamente colapsado, tanto el viernes como el sábado, dos de los actos más multitudinarios se celebran en Puerta de Alcalá, Cibeles y en el trayecto desde Colón a Cibeles. Hay que destacar que el eje Recoletos-Castellana (en su tramo inferior), son estratégicos en el tráfico del centro de la capital: Estación de Atocha, museos Thyssen, Reina Sofía, Prado; calles Alcalá y Gran Vía, inmediaciones de Sol, Carrera San Jerónimo y Parque del Retiro.
A parte de estas vías, cuya ocupación por otras manifestaciones, algunas de protesta, otras deportivas o lúdicas, ha sido tan cuestionada, se ha ocupado una parte importante del Parque del Retiro, Cuatro Vientos, IFEMA, diversos polideportivos y algunos colegios, todos ellos de dominio público. Independientemente y de forma totalmente legítima algunas entidades privadas han cedido colegios, domicilios, fundaciones e iglesias.
Más de 30.000 voluntarios, entre nacionales e internacionales, apoyan estas jornadas en la traducción, información y organización de los actos.
Entre policías nacionales y locales, guardias civiles y auxiliares del Samur y protección civil están movilizadas más de 10.000 personas que velarán por la seguridad y el orden en estas jornadas.
Muchas parroquias de toda España han visto alteradas sus rutinas diarias con la recepción de los peregrinos, actos protocolarios, encuentros de los Obispos con los jóvenes, incluso con la atención a necesidades básicas de los participantes.
Desde la organización se ha recalcado que el evento no costará ni un euro a los contribuyentes españoles.
Se calcula que estas jornadas costarán total unos cincuenta millones de euros. La mitad, es decir 25 millones serán a cargo de las distintas administraciones: acondicionamiento de Cuatro Vientos (con expropiación de 70 fincas para su ampliación), alquiler de los recintos IFEMA Palacio de Congresos, exenciones fiscales a las empresas patrocinadoras, etc. A estos veinticinco millones hay que añadir los gastos, que de momento no se han hecho públicos, en concepto de utilización de espacios públicos (colegios, polideportivos), seguridad y transporte.
Se han conseguido unos patrocinadores que sufragarán el resto del coste, entre estos figuran bancos, cajas, eléctricas, grandes almacenes y cadenas de distribución, multinacionales. No deberían ser los mejores compañeros de viaje, por lo menos no los más edificantes. Entre ellos están algunos de los que en su afán de acaparar riquezas, sin ningún escrúpulo, originaron la crisis, bien a través de la especulación financiera o a través de la creación de la burbuja inmobiliaria.
Incluso para evaluar la ejemplaridad de la organización del evento, debe advertirse que se ha utilizado a empresas de catering (Aramark) quien convino los servicios de una ETT (Randstad) para emplear personal para la realización trabajos tales como reparto de mochilas en Cuatro Vientos. Según fuentes no oficiales se han contratado a través de este medio a 4.000 personas.
Además de personal contratado por las empresas participantes, se ha contado con algo más de 2.000 voluntarios. Estos han tenido que aportar a los Fondos de Solidaridad 30€ si eran de Madrid o 90€ los de fuera.
La jerarquía de la Iglesia Católica se ha manifestado en múltiples ocasiones sobre la persecución a la que es sometida , incluso Benedicto XVI denunció en su primera jornada en Madrid “el acoso y la discriminación que sufren los cristianos en todos los rincones del mundo”. Además a menudo se oyen declaraciones (Martínez Camino, Rouco Varela…) sobre la legislación española en contra de los valores cristianos: leyes de divorcio, aborto, matrimonios homosexuales, sobre todo, afirmando con rotundidad que España es un país de tradición católica, ignorando que la Constitución vigente lo declara aconfesional, y en su artículo 16 proclama la libertad religiosa, entre otras.
Cuando hablan de tradición católica, se refieren a dos milenios, olvidando los seiscientos años de dominación musulmana. Aceptando que los primeros restos de homínidos en Atapuerca datan de hace 780.000 años, lo que la cúpula de la Iglesia denomina tradición es como los últimos dos meses de un ser de ochenta años.
Para confirmar esta apreciación baste repasar ell sistema educativo español donde existe una clase de Religión (católica) financiada con fondos públicos. Amén de las ventajas plasmadas en el Concordato de 1979, por ejemplo en material fiscal (Exención de IRPF, IVA, Donaciones y Sucesiones); los edificios religiosos están exentos del pago del IBI, pero son mantenidos con dinero público.
¿Era necesario todo este dispendio, el boato y la parafernalia? Teniendo en cuenta la sensibilización de la sociedad en estos momentos de crisis ¿se podría haber organizado una JMJ más modesta, austera, sencilla y mística?
¿Es razonable esos discursos victimistas, quejumbrosos, desdeñando que solamente el 33 % de la población mundial es cristiana, que de estos el 52 % son católicos y lo que es peor que de éstos solamente el 10 % participan en los cultos de la Iglesia, es decir aproximadamente doscientos millones?.