En pocos temas como éste de la reprimenda de Martinez Camino a quienes pretendan votar al PSOE, el único que según él negocia con terroristas, queda tan en evidencia el partidismo y la manipulación de un amplio sector del actual episcopado español.
Muchos creen que lo religioso pertenece sólo al ámbito más íntimo. Pero ¿que cristianismo sería el que no saliese de las sacristías, que se limitase a una búsqueda espiritual personal o que, a lo sumo, se interesase por una caridad meramente interpersonal? ¿Dónde quedaría ese gran anhelo, absolutamente central en la vida de Jesús de Nazaret, de un ?Reino?? universal de paz, justicia y verdad? ¿Y cómo construir ese ?Reino?? desentendiéndose de las estructuras políticas de nuestro mundo cada vez más globalizado?
Los obispos no sólo pueden sino que incluso deben hablar de política. Pero hay dos serios problemas en el modo en que lo están haciendo. El primero es que sus continuas reprimendas político/morales no nacen del Evangelio de Jesús, sino a la inversa. Nacen de un posicionamiento político previo, que además es descaradamente partidista. Y tras usar el Evangelio para sus objetivos político/partidistas, en segundo lugar, pretenden el monopolio infalible de ese Mensaje evangélico.
No sólo acusan hipócritamente al PSOE de negociar con ETA, a pesar del atentado criminal de la T4, que castigó a este partido por no ceder a sus pretensiones, sino que además no les importan otras negociaciones con terrorismos mucho más devastadores. El actual gobierno de Rwanda, imputado recientemente por delitos de terrorismo y genocidio y por el asesinato de 9 españoles, envió ya hace meses y va a volver a enviar a importantes mensajeros, como el mismo Ministro de Justicia, con cheques en blanco en su cartera, para ?negociar?? con el Juez Fernando Andreu y con el Gobierno español. El Juez ni tan sólo los ha recibido y la posición del actual Gobierno ha sido y es esta: No tiene nada que negociar, España es una verdadera democracia en la que rige la separación de poderes. Todo lo contrario de lo que sucedió en el anterior Gobierno de Aznar. Los Fiscales Fungairiño y Cardenal interfirieron políticamente los procesos contra el terrorismo de estado de Pinochet y Videla, llegando incluso a justificar sus dictaduras.
De modo semejante al del PP, el Secretario de Estado Adjunto para Asuntos Africanos y el Director de la Agencia de Cooperación estadounidenses negociaron en su día con estos presuntos genocidas del Frente Patriótico Ruandés el embargo en cajones olvidados de la ONU de algunos informes oficiales como el Gersony (que denuncia sus 30.000 crímenes en sólo 3 meses y solo 3 Prefecturas de Rwanda), o el del asesinato de los presidentes hutu de Rwanda y Burundi el 6 de abril del 1994 (atentado terrorista que provocó el inicio del llamado genocidio del 94). Ambos siguen aún ocultados en la ONU mientras son cada vez más los millones de víctimas provocados desde 1990 por esta organización que con todo tipo de crímenes alcanzó el poder y se mantiene en él, gracias al Gobierno de los EEUU y a los lobbies mineros que los amparan.
Se ha negociado y conseguido también la destitución de la Fiscal del TPIR, Carla del Ponte. Así como la utilización del ACNUR para someter a los refugiados hutu en el Zaire. Y tantas otras cosas más. Frente a este Movimiento Internacional de Neoliberación del Capital, cuyos portavoces más recientes han sido Bush, Blair y Aznar, frente a la gravedad de sus complicidades y a la magnitud de los crímenes que amparan, el Movimiento de Liberación Nacional Vasco y su portavoz Otegui son insignificantes. Por la vida de cientos de miles de ruandeses y congoleños, por los que 8 misioneros y 3 cooperantes españoles excepcionales dieron su vida pero que no parecen importar demasiado a Martínez Camino y los suyos, espero que no retornen ni políticos ni fiscales que justifiquen el terrorismo de Estado.
Como aquellos dirigentes religiosos cómplices de las autoridades romanas opresoras, como todas las inquisiciones de todos los tiempos, estos obispos en nombre de los que habla Martínez Camino están tan seguros de su monopolio sobre Dios que dan miedo. Posiblemente en unas circunstancias diferentes, como por ejemplo, las que se vivieron en la España de la posguerra, o las que viví personalmente en Argentina hace ahora exactamente 30 años, actuarían como actuaron los sumos sacerdotes de Jerusalén frente Jesús, los obispos españoles frente a los que no eran sumisos a su nacional catolicismo o la cúpula episcopal argentina frente a decenas de miles de disidentes.
Quizá pueda parecer que este núcleo duro de la actual Conferencia episcopal no llega a tanto. Pero también ya a esto se refirió Jesús, nos alertó diciendo ?cuidaos de la levadura de los fariseos??. Un poco de levadura puede fermentar una gran masa. Un aparente pequeño desvío inicial puede significar un enorme alejamiento del destino al que apuntaba Jesús. El gran desmantelamiento de todo lo que pretendió el Concilio Vaticano II empezó a fraguarse con las pequeñas manipulaciones y los numerosos nombramientos de hace ya varias décadas. Estos de ahora son sus frutos. Pero para nuestro mundo son otros tiempos.
Tanto fundamentalismo lo único que probablemente consiga es movilizar más el voto en contra del PP.