Una periodista muy conocida de televisión acaba de publicar un libro sobre la mentira. Yo todavía no he podido leerlo pero un semanal quiere entrevistarnos a ambos sobre este tema.
De entrada, la periodista declara: « Constato que todo el mundo miente. »
El moderador de la entrevista se alegra del efecto llamativo que produce esta afirmación:
« ¡Un hombre de Iglesia sólo puede protestar ante semejante afirmación! »
Yo contesté: « La mentira protege y permite librarse de una situación difícil.
En la Biblia, Abraham, el padre de los creyentes, mintió para salvar su vida. Su mujer, Sara, era muy hermosa y se dijo a sí mismo: «Cuando entre en Egipto, adonde tengo que ir por causa de la hambruna, me van a robar a mi mujer y matarme. Me queda una única solución: hacer pasar a Sara por mi hermana.
?ltimamente, estaba yo atendiendo a un moribundo, un hombre de 50 años a quien conocía bien. Intentaba decirme algo importante haciendo muchos esfuerzos por vocalizar. Pero yo no le entendía y así se lo dije. Disgustado, intentó nuevamente pronunciar unas cuantas palabras. Me clavaba la mirada. Entonces, le hice una seña para decirle que le había entendido, sin que fuera cierto. Murió con su secreto. »
La periodista aborda el tema de la mentira en la política. « Los cargos políticos hacen muchas promesas a sabiendas de que son imposibles de cumplir. Y al mismo tiempo, no temen afirmar que quieren transparencia. »
El entrevistador me pregunta. « ¿La mentira es peligrosa? »
« Es peligroso mentirse a sí mismo, es decir aceptar vivir con una falsa imagen de sí. Intentando ser auténticos es como nos liberamos.
Es peligroso desinformar a los ciudadanos. Recientemente se produjeron fugas radiactivas en una central nuclear. Los comunicados oficiales, buscando tranquilizar, no han dicho la verdad.»
Después de esta entrevista, me quedan ganas de leer el libro sobre la mentira.