Es el título de un libro que el autor, amigo desde hace años, me ha hecho llegar. ?¡Corrida, basta!?? es un duro panfleto anti-corrida. ¡El autor enjuicia las corridas de toros con una ruda requisitoria! ¡Qué insolencia! ¡Que falta de respeto! El autor acusa a hombres y mujeres políticos que las protegen y se preocupa por la sexualidad de los aficionados.
He disfrutado mucho leyendo estas páginas. Siendo miembro de ?La Alianza anti-corrida?? y del ?Comité radical anti-corrida??, no puedo menos que aplaudir.
En la corrida, se impone una violencia y un sufrimiento a los toros, en un combate desigual, para nuestro placer. La crueldad se da en espectáculo y la multitud aplaude.
La violencia que ejercemos sobre los animales debería interrogarnos. Los animales tienen derechos. Si no los respetamos, ¿cómo respetaremos los derechos humanos? Ambos están relacionados.
Me gustan las palabras de la académica Marguerite Yourcenar:
?¿Qué diría con relación a los derechos del animal que no haya dicho ya? Son, por supuesto, sagrados igual que nosotros. Y si la crueldad humana ha atentado tantas veces contra el hombre, demasiadas veces se ha ejercido contra los animales. Se habría aceptado de peor grado la realidad de los vagones atestados rodando hacia los campos de concentración, si no se hubiera aceptado del mismo modo el sufrimiento de las bestias en los furgones camino al matadero??.
¡Corrida, basta!